En los cauces de las cloacas: el estado del Sena enciende las alarmas sobre la contaminación de los ríos más emblemáticos

El río Sena está siendo uno de los protagonistas en estos Juegos Olímpicos de París 2024 y no relacionado con el deporte, sino con la salud. Durante las últimas semanas, el río Sena ha sido protagonista después de que varios deportistas hayan enfermado tras nadar en sus aguas. Esta situación hace recordar el creciente problema de la contaminación del agua y de ríos tan emblemáticos como el Danubio, el Ganges o el Nilo.

Ríos contaminados principalmente por el derramamiento de aguas residuales y desechos industriales. El Danubio, por ejemplo, se ha convertido en el río más contaminado de toda Europa después de incrementar su polución desde 1999, según datos de 2022 de la Fundación Aquae. Recientemente, la Red de Acción en Plaguicidas PAN Europa publicó el pasado mayo un estudio realizado en países como Bélgica, Francia, Alemania o España, entre otros, en el que reveló la presencia de sustancias propias de los plaguicidas en el agua de ríos. Este estudio también clasificó al río Sena como el segundo más contaminado de la Unión Europea, por detrás del Elba, después de tomar muestras de aguas superficiales y subterráneas.

La contaminación del río Sena y los Juegos Olímpicos

Bañarse en el río Sena estaba prohibido desde 1923, ya que a su caudal se vertían por aquel entonces todo tipo de aguas residuales tanto de dentro como de fuera de la ciudad de París. A pesar de ello, desde que presentó su candidatura para acoger los Juegos Olímpicos en 2015, Francia ha dedicado 1.400 millones de euros al saneamiento de las aguas del río, un gasto que también ha despertado críticas entre los ciudadanos.

Diferentes autoridades y políticos se mostraron seguros de que el río cumpliría con las condiciones necesarias para celebrar las pruebas del triatlón y de la maratón de natación de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, como el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron. "El agua del Sena será fresca… pero limpia. ¡Te lo puedo confirmar!", declaró en abril a través de la red social X —antes Twitter—. Además, él y otras figuras políticas aseguraron que se bañarían en el Sena en un acto simbólico para demostrar la calidad del agua.

Tras estos anuncios, los parisinos iniciaron en redes sociales una campaña a modo de protesta con el hashtag #jechiedanslaseine, traducido como "yo cago en el Sena", incluso crearon una web para que otros ciudadanos de fuera de la ciudad pudieran contribuir con la contaminación del río y boicotear así a los políticos. "Porque después de meternos en la mierda, les toca a ellos bañarse en nuestra mierda", especificaba la web como lema del movimiento.

Macron no indicó una fecha para su baño y todavía no ha cumplido la promesa. Tampoco lo ha hecho el prefecto de Policía de París, Laurent Nuñez. Quienes sí se han sumergido en el Sena son la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, el presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos, Tony Estanguet, y el prefecto de la región de la Isla de Francia, Marc Guillaume. Lo hicieron entre el 13 y el 17 de julio de este 2024, algo más tarde de lo previsto, ya que los análisis realizados por el ayuntamiento de la ciudad reflejaban que, a falta de un mes para el inicio de los Juegos, el agua todavía no cumplía con los requisitos de seguridad previstos.

Infecciones por el agua contaminada

Desde el inicio de estos Juegos el pasado 26 de julio, los entrenamientos de natación se han cancelado en cinco ocasiones debido a la calidad del agua. La responsable del Departamento de Genética Nutricional y Microbiota de las Clínica Cres, María Del Campo, explica que, al nadar en aguas contaminadas, "es inevitable exponerse al microorganismo alterante" y esto aumenta el riesgo de enfermar, como ha ocurrido en el caso de varios deportistas durante este París 2024 después de nadar en el Sena. Del Campo, detalla que bañarse en aguas contaminadas "puede favorecer el desarrollo de múltiples infecciones de microorganismos alterantes y dar lugar a enfermedades".

La primera en caer enferma fue la triatleta belga Claire Michel, que fue ingresada y su equipo no ha podido participar en la prueba de relevos mixtos. Inicialmente se publicó en numerosos medios de comunicación que se había contagiado de la bacteria E.Coli. Del Campo, comenta que esta bacteria puede alterar la mucosa del intestino y "generar síntomas como diarrea explosiva, fiebre, vómitos y cansancio". Michel sufrió síntomas similares, sin embargo, ha publicado en sus redes sociales que su enfermedad no se debe ni al río Sena ni a esta bacteria.

A pesar de ello, otros triatletas también han caído enfermos tras las pruebas de natación en el Sena, como el suizo Adrien Briffod y los portugueses Vasco Vilaça y Melanie Santos, todos por infecciones gastrointestinales. Del Campo advierte que la contaminación del agua puede producir afecciones como "la cólera, hepatitis A, fiebre tifoidea o salmonelosis", entre otras muchas. Además, estas enfermedades pueden reducir el rendimiento deportivo de los profesionales "debido a los síntomas asociados como fiebre, malestar, cansancio, diarreas agudas, reducción de absorción de nutrientes e hinchazón". Debido a estos incidentes, el nadador sueco Victor Johansson también se ha retirado de la prueba de diez kilómetros de aguas abiertas tras negarse a nadar en el Sena.