Los padres del difunto baloncestista croata Drazen Petrovic, exjugador del Real Madrid y de los New Jersey Nets, han colaborado con sus ahorros a evitar la bancarrota del Cibona de Zagreb, informaron los medios locales.
"Drazen hizo lo mismo toda su vida. Siempre ayudaba, y nunca quería que lo supiesen. Nosotros también ayudamos, pero no queremos hacer publicidad de eso", declaró la madre, Biserka Petrovic, al rotativo "24 sata".
Aunque los padres habían preferido permanecer en el anonimato, el alcalde de Zagreb, Milan Bandic, reveló que figuran entre los benefactores que salvaron al club en el que "el genio de Sibenik" ganó dos Copas de Europa.
"La ciudad de Zagreb ha ayudado con 9 millones de kunas (1,2 millones de euros) y Biserka Petrovic y su esposo participaron también con sus ahorros. No diré cuánto, que ellos lo digan solos", reveló Bandic, según recoge la televisión pública HTV.
El director deportivo del club, Aco Petrovic, informó que club había logrado pagar sus deudas y que la FIBA ya no tiene motivos para vetar la participación del equipo en la Liga Adriática, que reúne clubes de Croacia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Eslovenia.
La FIBA había amenazado al club con expulsar al equipo por sus deudas con sus exjugadores Marko Tomas, Damir Markota, Goran Vrbanac y Gordan Giricek.
El director deportivo dijo que parte de la deuda fue cubierta por la ciudad de Zagreb, otra parte con el traspaso del ala-pívot Dario Saric al Efes Pilsen turco, y que el resto lo donaron "dos amigos del club que quisieron permanecer en el anonimato".
Drazen Petrovic, considerado el mejor jugador europeo de la historia, anotó con 18 años en un partido durante su primera temporada con el Cibona 112 puntos contra el Smelt Olimpia (158-77), el récord de anotación individual de la liga de la antigua Yugoslavia. Su promedio anotador en los cuatro años que militó en el Cibona se situó en 37,7 puntos.