Aunque Vicente del Bosque consideró que las voces críticas son minoría y reivindicó que su selección no ha sido "ni muy pedante en la victoria ni muy derrotista cuando ha perdido. Desde Sudáfrica el comportamiento personal y futbolístico ha sido bueno". "Algunos dicen que ellos no leen nada; pues bien, yo lo leo todo, tanto lo bueno como lo malo y luego lo filtro", dijo con rotundidad.
Sobre su continuidad, el técnico explicó que desde el primer momento sintió la máxima confianza de la Federación, que no quería ser un problema, pero que prefirió esperar unos días "porque decir que continuaba nada más perder, hubiera parecido un acto de soberbia".
Negó que hubiera "egoísmo ni un clima irrespirable ni comportamientos miserables", como se decía en dos artículos que leyó, aunque sin desvelar sus autores. Según Del Bosque,que habló de fortaleza emocional, "el comportamiento de los jugadores fue intachable. No es verdad que haya habido un retroceso en nuestro juego", añadió. "Hay que presumir de una hegemonía a nivel de clubes de nuestro fútbol en los últimos años, y aún somos campeones de Europa".
Sobre la falta de renovación de la selección que se le ha criticado, Del Bosque reconoció haber "pecado de sentimentalismo, pero a veces eso no es malo. No somos una selección mayor. Cuando un equipo es ganador, es difícil renovarlo. El cambio será natural", desveló.
Según el técnico, para el fútbol español ha sido bueno que saliesen jugadores y entrenadores al extranjero: "Creo que teníamos complejos que ya no tenemos. Antes prevalecía el voluntarismo. Ahora hay estructura, instalaciones, formadores, escuelas, campus… Hemos pasado del rigor táctico a un equilibrio entre orden y talento". En su opinión, el futbolista español ha mejorado su nivel cultural.
El seleccionador lamentó la "época de extremismos" en que a su juicio vive el fútbol español. "Se hacen diez programas de un gesto, y tres semanas si el que se equivoca es el árbitro. Somos un poco esclavos del ancestral enfrentamiento Real Madrid-Barcelona". Por eso destaca la naturalidad a la hora de enfocar el futuro, que no sabe si será "una revolución o una evolución".
Destacó que ni sus jugadores ni el cuerpo técnico cayeron en echar la culpa a los árbitros y elogiaron a sus rivales. "Holanda y Chile fueron mejor que nosotros. El que cambiáramos a Piqué y Xavi Hernández no era marcar a nadie. Todos éramos culpables. Se dijo que Casillas era el culpable, pero lo éramos todos. No hemos recurrido a la mala suerte y tuvimos un excelente comportamiento en el último partido contra Australia. Perdimos por cuestiones futbolísticas", analizó.
"Somos optimistas y creo que hay que huir de la depresión y la fatalidad, que es cosa del pasado", explicó. "A partir de ahora nos agarraremos al talento de nuestros jugadores, tenemos un camino marcado. Es muy difícil lograr esta excelencia y muchos de héroes vendrán, pero otros no. Será una evolución natural y creo que no hemos sido perezosos en la incorporación de jugadores de las categorías inferiores", agregó.
"Si fuera el presidente de la federación sería español. No es por poner puertas a nada, porque yo he trabajado en el extranjero, pero me inclinaría siempre por un seleccionador español", apuntó Del Bosque.