Djokovic vuelve al olimpo del Open de Australia tras quitarse a Tsitsipas de en medio. Un año después de su polémica deportación del país por no estar vacunado, ha regresado a las pistas para coronarse como campeón e igualar a Rafa Nadal como el tenista que más Grand Slams ha ganado en la historia del tenis.
El tenista serbio ha conquistado este domingo su décimo Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, después de vencer en la final al griego Stefanos Tsitsipas en tres sets (6-3, 7-6(4), 7-6(5)), lo que le permite ascender al número uno del mundo, alzar el 'grande' número 22 de su carrera deportiva e igualar al español Rafa Nadal.
El balcánico, que acudía a su certamen favorito como número cinco del ranking ATP, necesitó dos horas y 56 minutos para volver a derrotar al tenista heleno en una final de un 'grande', como ocurriera en Roland Garros 2021 -donde consiguió remontar un 0-2 en sets-, y para colarse de nuevo en el Olimpo del tenis masculino mundial.
Nadal y Djokovic, competición por la cima histórica
Al tomar el testigo de Nadal, campeón en Melbourne en 2022, Djokovic pudo igualar los 22 títulos de 'Grand Slam' del balear, todo tras alzar su décimo entorchado en la Rod Laver Arena (2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016, 2019, 2022, 2021 y 2023). Ahora, los dos compartirán la cima histórica del tenis, al menos hasta Roland Garros.
Además, con su triunfo -el décimo en las diez finales disputadas en Melbourne-, el serbio recuperó el número uno del mundo, relevando al murciano Carlos Alcaraz, que había ascendido a lo más alto tras ganar el US Open 2022.
Lleno de confianza, 'Nole' saltó a la Rod Laver Arena y consiguió romper en el cuarto juego el servicio de Tsitsipas, que previamente había salvado dos bolas de 'break', un golpe suficiente para adjudicarse el primer parcial.
El balcánico desaprovechó la única oportunidad de quiebre de la segunda manga y la resistencia del griego, número cuatro del ranking ATP, le obligó a disputar el 'tie-break', donde el ya número uno del mundo no dio opción.
Una rotura para cada contendiente marcó el inicio del set definitivo, y nuevamente el desempate dictó sentencia; el 5-0 de salida del serbio -que aumenta a 10-2 su balance con Tsitsipas- fue casi definitivo y Melbourne volvió a rendirse al encanto de su 'rey'.