Málaga vivió este viernes una nueva jornada amarga para el tenis femenino nacional. España quedó eliminada en las finales de la Billie Jean King Cup tras perder los dos partidos individuales contra Polonia. A pesar del fervor del público local, ni Sara Sorribes ni Paula Badosa lograron superar a sus rivales, dejando a España fuera de la competición en octavos de final. La última esperanza, representada por Badosa, se desvaneció ante la número dos del mundo, Iga Swiatek, en un emocionante partido que terminó 6-3, 6-7(5), 6-1 a favor de la polaca. No pudo ser, de nuevo.
La jornada comenzó con el enfrentamiento de Sara Sorribes contra Magda Linette, un duelo de alta intensidad que se alargó casi cuatro horas (7-6(6), 2-6, 6-4). La tenista castellonense dejó todo en la pista y tuvo ventaja en varios momentos del partido, pero la resiliencia de Linette acabó por inclinar la balanza a favor de Polonia. Sorribes llegó a estar 3-0 arriba en el tercer set, pero no pudo mantener el ritmo ante una rival que supo aprovechar los errores clave de la española.
Sara Sorribes tras la derrota de su duelo ante Magda Linette | EFE
Con esta primera derrota, Paula Badosa afrontaba su partido contra Swiatek sin margen de error. La catalana, que regresaba al equipo español tras su ausencia en 2023, mostró un nivel competitivo admirable. Después de ceder el primer set, Badosa se creció en el segundo, empujada por un público que no dejó de animarla. En un tie-break lleno de emoción, la española forzó el tercer set, haciendo soñar a los asistentes con la posibilidad de una remontada.
Sin embargo, Swiatek volvió a demostrar por qué es una de las mejores tenistas del mundo. La polaca, vigente campeona de Roland Garros, recuperó su solidez en el set definitivo, mientras que Badosa no pudo mantener su nivel al saque, perdiendo los cuatro juegos en los que servía, aspecto clave que dio alas a Switek. Un breve parón por una emergencia médica en la grada no alteró el curso del partido, que finalmente cayó del lado de Polonia. Con esta victoria, el combinado polaco selló su pase a los cuartos de final, donde enfrentará a República Checa.
Un formato despiadado y el fin de una era
La eliminación temprana supone un duro golpe para España, que sigue sin encontrar su camino en este torneo bajo su nuevo formato. Desde que la competición cambió en 2021, la Selección no ha logrado superar la fase de grupos en ninguna edición, y este año, con una estructura de eliminatorias directas, volvió a tropezar en su primer enfrentamiento. Una lección que cuesta aprenderse.
La derrota también marca el final del ciclo de Anabel Medina como capitana del equipo. Medina, quien asumió el cargo en 2018, no renovará su contrato tras el término de esta temporada. Durante su etapa, España no logró revivir sus días de gloria en la Billie Jean King Cup, un torneo que ganó en cinco ocasiones, pero cuya última final disputada fue en 2008, donde cedió ante el combinado ruso (0-4).
Iga Swiatek sirviendo en su partido frente a Paula Badosa | EFE
En la rueda de prensa previa al torneo, Medina había expresado su ambición de llevar al equipo lejos: “Nuestro objetivo es ganar, obviamente”. Pero el nivel de las rivales y el formato sin margen de error hicieron mella en un equipo que, pese a mostrar lucha y entrega, no pudo superar el reto. A pesar del resultado, la actuación de Paula Badosa dejó buenas sensaciones en un año complicado para la tenista de Begur. Recuperada de una lesión de espalda que la mantuvo fuera de las pistas durante parte de 2023, Badosa cerró su temporada con una entrega total en Málaga.
Así, el futuro de la Selección Española queda ahora en manos de la Federación, que deberá encontrar una nueva líder capaz de revertir la tendencia de los últimos años.
España deberá esperar un año más para intentar recuperar la gloria en un torneo que, por ahora, sigue siendo una verdadera asignatura pendiente. Ahora, a descansar.