El debate abierto en la Selección por la ausencia de Diego Costa y Cecs, tras el que aparace la inquietante figuera de Mourinho, sigue marcando el día a día de la Roja. Horas antes de disputarse el encuentro amistoso que la medirá en Vigo a Alemania, vigente campeona del mundo, Vicente del Bosque e Iker Casillas hablaron del tema.
El seleccionador quiso matizar sus palabras al respecto: "He dicho que cuando uno que viene juega bien, otro que quiere entrar tiene más dificultades. Si digo que Diego Costa y Cesc pueden sufrir para jugar, no estoy amenazando con una revancha ni una represalia hacia nadie. Simplemente refleja un hecho del fútbol que todos sabemos: si uno no juega y el sustituto lo hace bien, luego el primero tiene que hacerlo mejor para jugar. Pero no hay nadie eliminado".
Para Casillas, que cumplirá 160 internacionalidades si juega ante Alemania, como todo apunta a que ocurra, "el compromiso es máximo. Estoy seguro que los que no han venido también tienen un compromiso total. No hay que darle más vueltas a lo que dijo Sergio Ramos. El compromiso de los 23 y los otros que no han podido venir no puede ser mayor".
El guardameta se refiere a unas palabras de Ramos en las que afeó la conducta de Costa y Cesc al no explicar su situación: "Puede crear alguna duda, no solo en algún compañero, sino de cara a la afición. Abre debates. Yo no lo hubiese permitido que ocurriese eso porque habría salido a hablar para que el tema no coja una dimensión mayor y se sepa realmente el problema. Que menos que dejarlo claro para que la gente no especule ni invente cosas que no son reales".
Detrás de todo esto aparece la sombra de Mourinho, quien mandó mensajes públicos a Del Bosque advirtiendo que Diego Costa no estaba bien (pese a lo cual lo alineó titular el fin de semana antes de la convocatoria), y que Cesc estaba tocado y le venía bien descansar. Finalmente el seleccionador no convocó al delantero y el catalán pasó una revisión y regresó a Londres.