No hay ningún ministerio que haya recibido tantos fondos europeos y que haya entregado tan pocos. Tan negativo balance corresponde al departamento de Industria, liderado por Jordi Hereu, que encara el final de 2024 con el mayor atasco de subvenciones sin repartir.
Pedro Sánchez encomendó al ex alcalde de Barcelona la difícil tarea de acelerar los deberes que había dejado sin hacer su antecesora, Reyes Maroto. Sin embargo, a la vista de los datos, es evidente que el torrente de dinero comunitario sigue sin fluir hacia la industria, un sector imprescindible para la transformación económica.
Esta es, precisamente, la razón de ser de los fondos europeos. A España se le asignaron en 2021 cerca de 160.000 millones de euros, prácticamente la mitad en subvenciones a fondo perdido. Tanto el Ministerio de Industria como el de Transición Ecológica se convirtieron desde el principio en dos de los grandes perceptores. Bajo su ámbito de actuación operan las grandes compañías industriales, de Iberdrola a Endesa, pasando por Repsol, Moeve o Naturgy. Ninguno de los dos ministerios han sido capaces de hacer fluir el dinero con celeridad hacia los beneficiarios, ni a las multinacionales ni a las pymes.
Industria aporta hoy el ejemplo más claro. Al cierre de octubre (últimos datos disponiibles), el Ministerio había pagado realmente 519,9 millones de euros con cargo a los fondos europeos. Esa cantidad representa apenas un 6,6% de los 7.868 millones en créditos presupuestados, la mayor partida presupuestada para los ministerios. La cifra de obligaciones netas reconocidas es poco mayor (551,5 millones), equivalentes al 7% del total presupuestado.
Los datos figuran en el último balance publicado por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) y reflejan un avance muy lento. En septiembre, los pagos realizados ascendían a 518 millones- Al acabar octubre, Industria estaba a la cola en la ejecución. El segundo peor ministerio es el de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, con un 7,9% de los fondos europeos aprobados para la entrega definitiva. Los departamentos que lideran Elma Saiz y Jordi Hereu son los únicos que no han conseguido pasar del listón del 10%, a dos meses del final del año.
Otros ministerios con escasos avances son el de Vivienda (11,7%) y el de Política Territorial y Memoria Democrática (12,2%). El primero de ellos, comandado por Isabel Rodríguez, tiene la tercera mayor partida de créditos presupuestados (3.448 millones). La segunda corresponde a Transición Ecológica, que sí ha logrado ir más allá con el reparto (52,6% en octubre).
El atasco de fondos europeos para la industria y la vivienda preocupan a las empresas respectivas de ambos sectores. El caso del inmobiliario es evidente, por los graves problemas que sufre en la actualidad el mercado (falta de oferta, precios altos y escasez de mano de obra).
Cuatro años con problemas
En el caso de la Industria, los atascos en la entrega de fondos han sido la tónica generalizada desde que la puesta en marcha del Mecanismo de Recuperación y Resilencia (MRR). El Gobierno había previsto inicialmente un gasto consolidado de casi 18.000 millones, que ha ido modificando cada año al alza (en unos 4.000 millones), salvo en 2022 (que redujo en 245 millones).
Por tanto, los créditos definitivos aprobados en los cuatro años de vigencia del MRR se aproximaban a 22.000 millones. Sin embargo, desde 2021 al tercer trimestre de 2024, las obligaciones reconocidas netas de gasto aprobadas sólo han alcanzado los 5.789 millones. Es decir, el Gobierno sólo ha utilizado el 26,5% de los créditos habilitados para relanzar la industria.
De los 1.780 millones comprometidos en 2021, sólo se emplearon 147 millones (la realización del gasto previsto se quedó por debajo del 9%). En 2022, sólo se consumieron 1.651 millones (36%) de los 4.631 millones de los créditos definitivos configurados. En 2023, la ejecución alcanzó el 57% de los casi 7.700 millones disponibles. La cantidad entregada en 2024 es la consabida: poco más de 500 millones.
Proyectos paralizados
Muchos de los Programas de gasto previstos en la industria se han ido paralizando o se han guardado en un cajón, quizá como consecuencia de la improvisación permanente del MRR. Por ejemplo, para el Plan de Impulso a la Competitividad Sostenible de la industria I+D+I+ Digitalización se habían habilitado 2.900 millones para este año. Sin embargo, se han suprimido ya 1.100 millones; y, de los 1.800 que quedan, sólo se han ejecutado el 16%.
Para el programa de Subvenciones a los Proyectos Estratégicos de Vehículos Eléctricos no se había previsto gasto alguno en 2024, pero a mitad de año apareció una dotación de 1.200 millones. En cambio, no se ha ejecutado un solo euro. Para el Programa de Ayudas de Impulso a la Competitividad y Sostenibilidad Industrial tampoco había una dotación inicial, pero a lo largo del año se ha creado una dotación de casi 600 millones y su grado de realización es hasta ahora de “cero”.
Un ejemplo más: para el Programa de Inversiones y Subvenciones a la Descarbonización Industrial no había créditos iniciales, luego se ha dotado con 550 millones, pero el grado de ejecución es también de “cero”. Y algo similar ha ocurrido con otros programas destacables para el crecimiento o innovación de las pymes o incluso Pertes.
esnalar
29/12/2024 10:51
Es que tienen que hacer muchos números y muchos cálculos para saber con exactitud que no queden sin ayudas todos los amigos del partido, del socialismo de los obreros(aquí quiere decir sindicalistas liberados comegambas) de los españoles. Este último punto está en estudios, porque no saben muy bien si hay suficientes para repartir la pasta gansa, y si se la tendrán que dar a los 'e' catalanes. Es decir, a los esquiroles.