Con ocho jugadores del Barça en el once inicial, todos menos Arbeloa, Ramos y Soldado, e incluido, por fin, Víctor Valdés, resultaba complicado no recordar las declaraciones de Toni Grande. El segundo de Del Bosque confesó las "divergencias" que los técnicos de la selección han tenido con Xavi. La 'Xavigestión' que Grande destapó, "nos dijo que le interesaba jugar más con uno o con otro", y que Del Bosque desmintió, "con Xavi hablé, pero nunca de nombres propios".
El caso es que La Roja, con Xavi de capitán en ausencia de Casillas, volvía a enfrentarse a Nigeria 15 años después. Y lo hizo con un estilo de juego muy diferente con el que Clemente lastró durante tantos la evolución del fútbol español. Una maniobra con denominación de origen en el centro del campo terminó en los pies de Jordi Alba, quien, un poco a trompicones, inauguró el marcador en el minuto 3. España, a la que le bastaba con perder por 3-0 para estar en semifinales, se le puso todo tan de cara, que no jugó con la intensidad que acostumbra cuando el guión se lo exige, además de que el calor también le afectó.
Además, Nigeria es un equipo tan alegre y atrevido, que lo mismo cede la espalda en una desesperante dejación de funciones de su defensa como te la pilla con una acción imprevisible. Los nigerianos, como la mayoría de los equipos africanos, no saben especular. Aún más si, como ocurrió, encajan un gol tan pronto. Un par de llegadas con peligro obligaron a Valdés a demostrar que está más que capatidado para ser titular de esta selección.
España también tuvo ocasiones claras de gol, pero Soldado tiró por dos veces al muñeco, a Pedro le faltó precisión y Cesc volvió a toparse con la madera. En la segunda parte, a La Roja le bastó con controlar un poco más el juego para evitar que Nigeria volviera a tener ocasiones, tan solo una clamorosa, y generar las suficientes para ampliar el resultado. Cesc pidió el cambio por unas molestias y entró Silva. Torres, que había sustituido a Soldado, puso el 2-0 y sentenció el partido, aunque aún quedó tiempo para que Jordi Alba aprovechara un pase de Villa, sustituto de Pedro, para repetir como goleador y firmar el 3-0.
El próximo jueves, España se medirá a Italia, mientras que un día antes Brasil y Uruguay disputarán la otra semifinal de esta Copa Confederaciones en la que todo apunta a una final España-Brasil en Maracaná. No en vano, la Canarinha es la anfitriona y La Roja ostenta desde este domingo el récord absoluto de partidos seguidos oficiales sin perder: 28. La racha empezó el 21 de junio de 2010 ante Honduras, justo después de la derrota ante Suiza en el debut del Mundial y ya se alarga hasta la de Nigeria. Ya ha superado la de Francia, que estuvo cinco años sin perder un partido (entre septiembre de 1994 y marzo de 1999).
Ficha técnica:
España: Víctor Valdés; Arbeloa, Sergio Ramos, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Xavi; Iniesta, Cesc (Silva, m.54), Pedro (Villa, m.75); y Soldado (Fernando Torres, m.60).
Nigeria: Vincent Enyeama; Efe Ambrose, Kenneth Omeruo (Egwuekwe, m.12), Godfrey Oboabona, Uwa Echiejile; Ogude, Obi Mikel, Sunday Mba (John Igu, m.63); Ideye, Ahmed Musa y Akpala (Muhammad, m.71).
Goles: 1-0, m.3: Jordi Alba. 2-0, m.62: Torres. 3-0, m.89: Jordi Alba.
Árbitro: Joel Aguilar (El Salvador).
Incidencias: partido de la tercera y última jornada del Grupo B de la Copa Confederaciones disputado en el estadio Castelão ante unos 44.000 espectadores.