Es evidente que Ferrari piensa más en 2014 que en lo que queda del presente Mundial de Fórmula 1. Ya ni siquiera disimulan y Domenicali, director del equipo, ha confesado que Singapur marcará el futuro inmediato: si Alonso recorta puntos a Vettel, la Scuderia hará un último esfuerzo en las seis carreras que quedarían por si suena la flauta. Si, por el contrario, Red Bull prosigue su marcha triunfal, la fábrica de Maranello centrará sus esfuerzos en el coche de la temporada que viene.
De momento, Ferrari ya le ha dado la carta de despido con fecha de diciembre a Felipe Massa y ha firmado la contratación de Kimi Raikkonen. Seguramente no hay otra forma de preparar con tiempo la temporada, pero flaco favor le ha hecho, una vez más, a Fernando Alonso.
Para empezar, y por si no lo tuviera ya bastante difícil para intentar superar a Vettel, el español se ha quedado solo. No es que Massa ayudara mucho, pero de eso a declararle la guerra a su todavía compañero media un abismo.
Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, insiste en afirmar que el brasileño colaborará con Alonso y con el equipo, pero Felipe fue claro y contundente en Brasil –“ahora trabajaré para mí”- y ayer mismo, en un acto publicitario en Singapur, siguió mostrándose guerrero. En un acto publicitario le preguntaron si de verdad Alonso es más rápido que él. Su respuesta fue breve: “No”.
Y luego está Kimi, un rival –todavía- peligroso y rápido. Muy rápido. Y, aunque no lo parezca, es humano. El finlandés se toma la vida y su profesión con calma, pero en su interior no desaprovechará la ocasión de demostrar sobre la pista que el año que viene puede ser perfectamente el piloto número 1 de Ferrari.
A su manera, sin inmutarse, Raikkonen exprimirá el Lotus –un buen coche- durante los próximos dos meses en busca de alguna victoria que dé lustre a su fichaje por Ferrari.
Habrá que creer que la ‘Scuderia’ hace lo que considera mejor, pero últimamente siempre se “equivoca” hacia el mismo lado. Ahora, “sin querer”, han dejado a Fernando Alonso solo entre lobos.
