Conocidas son las malas relaciones entre los actuales dirigentes del Barcelona con Guardiola, acrecentadas a raíz de que saliera a la luz su enemistad con Tito Vilanova. Como si hubiera una consigna, en los despachos del club catalán -incluido el de Zubizarreta- evitan nombrar al ahora entrenador del Bayern, hasta el punto de que para no hacerlo le llaman "el otro". Incluso el Tata Martino, que dijo admirar a Pep nada más fichar por el Barça, evita hacer referencia al innombrable. Lo curioso es que mientras a Guardiola le borran el nombre, al Barcelona le están borrando el estilo de juego. Hasta Messi habla ya de "cerrarse atrás y salir a la contra".