La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha reabierto el plazo para que alguien se anime a ser la escudería número 12 de la parrilla de la Fórmula 1.
Los interesados, si los hubiera, tienen hasta las cinco de la tarde del 3 de enero para presentar su candidatura a formar parte de la élite del automovilismo en el Mundial 2015 o 2016, con el compromiso de permanecer al menos hasta 2020.
Tanto la FIA como Bernie Ecclestone, presidente de F1, llevan meses intentando convencer a alguna gran marca. Las que más veces han sonado son algunas de las poderosas y reputadas firmas que forman el Grupo Volkswagen: Audi, Bentley, Bugatti, Lamborghini, Porsche o Volkswagen sobre todo.
La intención de entrar en la F1 debe ir acompañada de un generoso canon: medio millón de euros.
No pocos equipos actuales tienen dificultades económicas para permanecer en la parrilla, y la normativa técnica que entra en vigor en 2014 requiere una inversión adicional, sobre todo para el desarrollo de los nuevos motores Turbo V6 en lugar de los de ocho cilindros que propulsaban hasta ahora a los bólidos.
En plena crisis, los posibles interesados desconfían sobre todo de la eterna promesa de reducción de costes pregonada por la FIA hace años y sólo cumplida por quienes no tienen más remedio que ahorrar debido a su precaria economía.
De ahí que en los despachos parisinos de París nadie apueste por la presencia del equipo número 12 en la parrilla de la F1.
