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El Barça, referencia del catalanismo, vuelve a despreciar la Copa de Catalunya

El Barça anunció que disputará la Copa de Catalunya con el equipo filial. No es la primera vez que lo hace y, aunque la decisión desde el punto de vista deportivo es lógica, también resulta incoherente. 

"Que vosotros lo habléis, lo entendáis y que seáis del Barça en Cataluña en catalán es exactamente lo que se debe hacer", dijo el presidente del Barcelona, Sandro Rosell, a los alumnos del IES Ferran Tallada, hace apenas un mes en el populoso barrio del Carmel de la Ciudad Condal. "Porque será la gran demostración de que sentís el club, de que sois del Barça", añadió.

Aunque éste es sólo un ejemplo, sabido es lo mucho que les gusta a los dirigentes del Barcelona en erigirse en representantes de lo catalán y de Cataluña. Precisamente por ello, una vez más resulta paradójico, además de incoherente, el desprecio que desde el club azulgrana se tiene hacia la Copa de Catalunya, un título menor, pero que no deja de ser hoy por hoy el más importante de la comunidad autónoma catalana.  

El secretario y portavoz de la Junta Directiva del Barcelona, Toni Freixa, confirmó en la presentación de las semifinales de la Copa Catalunya 2013 que los azulgranas jugarán con el filial este miércoles contra el anfitrión, el Nàstic de Tarragona, en la búsqueda de una plaza para la final contra el vencedor del Espanyol-Llagostera. No es la primera vez que el Barça toma esta decisión. De hecho, el pasado verano la Federación Catalana decidió suspender la Supercopa de Catalunya y la propia Copa Catalunya al anunciar los azulgranas que no la jugarían con su primer equipo.

Desde el punto de vista deportivo, la decisión del Barça es lógica, pues el equipo que dirige Tito Vilanova está inmerso en el momento más decisivo de la temporada, a punto de certificar el título de Liga y, sobre todo, a una semana de la semifinal de la Liga de Campeones contra el Bayern de Múnich. Además, el nivel que ofrece el Barcelona B es suficiente para afrontar la semifinal contra el Nàstic e, incluso, una final contra el Espanyol. Sin embargo, no parece muy coherente.

"Las lesiones y el momento de la temporada en el que nos encontramos han conllevado que juguemos la semifinal ante el Nàstic con el Barça B, el equipo más competitivo que puede presentar el Barcelona en esta competición", explicó Freixa en la presentación de las semifinales de la Copa de Catalunya, que tuvo lugar en el salón de actos del Ayuntamiento de Tarragona. Lo dicho, la decisión es entendible, aunque al mismo tiempo deja claro que la función política del Barça es secundaria.

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