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Quince años después, una sentencia recuerda que Guardiola fue del Parma

Una empresa holandesa denunció al Barça asegurando que Joan Gaspart firmó una carta en la que se comprometía a pagar 75 millones de pesetas si lograban dar marcha atrás del traspaso de Pep al equipo italiano, por el que había firmado.

Quince años después, una sentencia del Tribunal Supremo en la que exime al Fútbol Club Barcelona de pagar a la sociedad holandesa Continental General Services 450.759 euros ha recordado cómo en 1997 Guardiola fue jugador del Parma. Pep aún tenía dos años más de contrato con el Barça, pero quería cambiar de aires y por ello aceptó ser traspasado al equipo italiano. Sin embargo, con el contrato ya firmado, se arrepintió.

Según la documentación aportada por la citada sociedad holandesa, el Barcelona se comprometió en una carta firmada por su directivo Joan Gaspart a abonar 75 millones de pesetas por las gestiones llevadas a cabo para que Guardiola quedara liberado de sus compromisos con el Parma y renovara su contrato con el club catalán.

En la sentencia notificada este martes, la sala civil del alto tribunal confirma una resolución anterior de la Audiencia Provincial de Barcelona, que estimó que la reclamación de la citada compañía había prescrito, revocando de este modo la sentencia de un Juzgado de Primera Instancia que había dado la razón a Continental General Services y condenó al Barça a indemnizar a esta empresa con 450.759 euros.

El Barça de Robson, con Mourinho de segundo, ganó la Copa, la Recopa y la Supercopa de España, pero perdió la Liga. La destitución de Johan Cruyff un año antes había obligado a Guardiola a asumir unas responsabilidades que le acabaron saturando. De hecho, a final de esa temporada fue cuando decidió irse al Parma, club por el que llegó a firmar un contrato. Sin embargo, la llegada de Van Gaal al Barça le hizo cambiar de opinión y regresó. De hecho aún hoy le sigue estando agradecido al Parma por lo bien que se portaron con él.

No fue hasta 2001 cuando Guardiola abandonó el Camp Nou para irse a jugar a Italia, aunque al Brescia y después a la Roma. En 2007 regresó al Barça para dirigir al equipo filial y, un año después, se hizo cargo del primer equipo durante cuatro temporadas. Ahora, Pep es un incuestionable, pero hace quince años no se sintió así. Ni tampoco cuando cuatro después al fin de marchó.

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