Últimamente, a la selección campeona del mundo y de Europa no hay forma de verla. Si el viernes 12 de octubre ninguna televisión ni radio españolas transmitieron en directo la goleada conseguida por los hombres de Del Bosque en Bielorrusia (0-4), este martes el Vicente Calderón presentará un aspecto desangelado.
Salvo que los aficionados se animen en las horas previas al partido de clasificación para el Mundial 2014 que España disputa ante Francia (21:00, La1), unas 10.000 de las 55.000 localidades totales estarán vacías.
La situación económica queda perfectamente dibujada en las taquillas del estadio rojiblanco. Las entradas más caras están agotadas, tantos las VIP (85 euros) como las de Preferencia Grada Central (75€). Los pudientes no sufren la crisis, pero el resto de localidades, las más asequibles, entre 30 y 65 euros, abundan.
Sólo la asfixia económica de muchos y el miedo a gastar de otros explica que no se llene el estadio para presenciar en directo a la mejor selección española de todos los tiempos frente al rival más poderoso y atractivo que recibe como local en encuentro oficial desde hace 18 años.
Francia, campeona de Europa y del mundo, toma el testigo de Dinamarca. El 16 de noviembre de 1994, los daneses, entonces poseedores del título continental obtenido en Suecia, jugaron y perdieron ante España (3-0) en Sevilla en partido de clasificación para la Eurocopa de Inglaterra 1996. Desde entonces, han pasado por los campos españoles grandes selecciones, pero siempre en citas amistosas.
Este martes, ni La Roja que domina el mundo, ni la Francia de Benzema, Ribery…, ni el regreso de Torres a su casa. Al grupo de Vicente del Bosque no hay quien lo vea.