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El Celta veta a Salva ante la presión de aficionados que le tildan de "facha"

Tras la destitución de Paco Herrera, en Vigo ya se daba por hecha la llegada de Abel Resino junto a su segundo, Salva Ballesta. Sin embargo, ante la presión de los aficionados del Celta en las redes sociales, el presidente del club gallego telefoneó a Salva para decirle que lo suyo no podía ser. Abel tragó y Ballesta regresó a Málaga.

Si mala fue la salida de Paco Herrera del Celta, pues el técnico que llevó al conjunto gallego de regreso a Primera fue el último en enterarse de su destitución, la llegada de Abel Resino también llegó cargada de polémica. Cuando se daba por hecho que el nuevo técnico celtista llegaría acompañado de Salva Ballesta, quien ya ejerció con él de segundo en el Levante en 2007, el presidente del club, Carlos Mouriño comunicó a Abel que había recibido presiones para que prescindiera de él y que "no iba a poder ser".

El propio presidente del Celta telefoneó a Salva cuando se encontraba viajando de Málaga a Vigo y estaba a cien kilómetros de Madrid. Lo hizo para explicarle que "un grupo de aficionados del Celta no estaba a favor, por temas políticos, de que fuese al Celta con Abel", según comentó Salva Ballesta en 'Radio Marca', para añadir que "es una pena que en los tiempos en los que estamos se confunda la política con el deporte. En mi caso, nunca me he referido a la política, sólo he dicho siempre que me siento muy español".

"El presidente del Celta me explicó que un grupo de aficionados no estaba a favor, por temas políticos, de que fuese allí con Abel", dijo Salva en 'Radio Marca'

Tildado en las redes sociales de "facha", "fascista" o "nazi", y como quiera que Abel no impuso su llegada para cerrar su fichaje por el Celta, el ex jugador de Racing, Málaga o Atlético se dio media vuelta y regresó a su ciudad de residencia. Salva es conocido por definirse a sí mismo como "españolista". De familia militar, en su época de delantero hizo reportajes con la bandera española y se manifestó públicamente contra los nacionalistas vascos y catalanes.

"No puedo decir que esté decepcionado con Abel, le agradezco hasta hoy a la una de la tarde toda la ilusión que había generado en mí", afirmó Ballesta en 'Radio Marca', aunque a continuación dejo claro que "si mi segundo no firma, yo no firmo". El recado a Abel quedó claro. De hecho, una vez que Salva fue descartado, Abel llamó a Goikoetxea para ofrecerle el puesto, aunque el técnico vizcaino lo rechazó

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