José Mourinho cumplió su promesa y a las 21:20 horas saltó al césped del Bernabéu para someterse a una especie de plebiscito ante su propia afición. El portugués se encontró con el apoyo mayoritario de la grada, aunque a esas horas apenas eran 10.000 los aficionados que se encontraban en el interior del coliseo blanco. Frente a algunos pitos que le dedicaron los seguidores del Atlético, Mou recibió una mayoría de aplausos y desde el Fondo Sur se coreó varias veces su nombre durante el minuto que estuvo parado, observando con rostro serio el graderío y unos pasos dentro del terreno de juego.
Casillas, que calentaba en ese momento con el entrenador de porteros, Silvino Louro, y el guardameta suplente, Antonio Adán, pudo observar la escena desde el propio césped, mientras la música que sonaba a alto volumen en la megafonía del Bernabéu se bajó para que se escuchase la reacción de los aficionados.
Mourinho no compareció ante la prensa al término del partido. Después de la victoria, delegó en su segundo. "Estábamos en el vestuario y no lo hemos visto", comentó Karanka al ser preguntado por el show de Mou. "Quiere dejar claro que no es lo que parece que se ha vendido. No era ningún reto, nada contra el publico del Madrid. La división que hubo el otro día, quería que le pitasen o no a él con la condición de que luego estuviese con el equipo. El míster, si algo tiene es que siempre da la cara por el club en el que está", explicó.
"Nuestro entrenador puede hacer lo que crea conveniente. El madridismo está con nuestro entrenador y nosotros, también", dijo Butragueño, director de relaciones institucionales del Madrid. "Aunque lo más importante era el partido", añadió.
