Como presidente y único candidato a la reelección, Florentino Pérez es el máximo responsable de todo lo que ha sucedido y sucede en el Real Madrid. Sin embargo, su última comparecencia pública volvió a dejar claro que él no tiene culpa de nada. Anunció la marcha -pactada y sin indemnización- de José Mourinho al término de la presente temporada y su decisión de presentarse a una lecciones que no habrá, pero nada más. Habló de unidad y se esforzó por justificar lo injustificable, pero sin reconocer el mínimo error.
Florentino siempre tiene a alguien a quien señalar. El último ha sido Mourinho, aunque el acuerdo con el que llegó hace meses para dejar el Madrid debía de incluir una salida amistosa también en las formas. El técnico portugués reconoció que su tercera temporada en el banquillo del Bernabéu ha sido "un fracaso". Tres títulos en tres años es un triste bagaje para 'The Special One', aunque mucho peor ha sido la imagen ofrecida por el equipo y el club durante su mandato, ante la cómplice pasividad del presidente. Más que la del Madrid, a Florentino le inquieta salvaguardar su imagen. Obsesionado con las encuestas y habilidoso como pocos para que nadie perturbe su estatus, su única preocupación ha sido estar a refugio. Parapetado en un encajador nato como Mourinho.
Capaz de defender públicamente a Mourinho, mientras 'off the record' es él quien más le ha criticado, además de animar a criticarle
Florentino nunca da la cara cuando su equipo fracasa. Antes delegaba en Valdano y ahora lo hace en Butragueño o en Pardeza. Pérez prefiere filtrar la información que le interesa y, muchas veces, es capaz incluso de desmentir lo que él mismo ha filtrado para no dejar huellas. Con ello no sólo manipula y confude a la opinión pública, sino que contribuye a dividir a ese madridismo que dice estar unido. Capaz de decir públicamente que "Mourinho ha tenido que soportar ataques y descalificaciones injustas y desproporcionadas, algunas de ellas que afectan a la dignidad de la persona”, mientras 'off the record' es él quien critica al técnico e insta a algunos periodistas a hacerlo, lógicamente con la condición de no desvelar que él está detrás.
Sin en su primer mandato reconoció que había maleducado a los jugadores, los famosos galácticos, en el segundo ha permitido que un maleducado como Mourinho haya convertido el Madrid en un club permanentemente en estado de crispación y muy alejado del señorío del que siempre, y el propio Florentino el primero, ha hecho gala. El plantón que el técnico, además de Cristiano, dieron al Rey tras la final de Copa en el Bernabéu sólo fue el último ejemplo.
En sus diez temporadas al frente del club, divididos en dos etapas, sólo ha ganado 5 títulos importantes de los 30 posibles y un total de 10
El fracaso deportivo es evidente. Es sus diez años como presidente, el Real Madrid ha ganado 10 títulos oficiales, aunque sólo 5 de los considerados importantes -3 Ligas, 1 Copa del Rey y 1 Liga de Campeones- de 30 posibles. En total: 3 Ligas (2001, 2003 y 2012), 1 Copa (2011), 1 Liga de Campeones (2002), 3 Supercopas de España (2001, 2003 y 2012), 1 Supercopa de Europa (2002) y 1 Intercontinental (2002).
El éxito económico es evidente, pero también relativo. El Real Madrid es el club de fútbol más rico del mundo, según la prestigiosa revista Forbes, con un crecimiento del 76% respecto a la lista del año pasado y unos ingresos superiores a los 500 millones. Sin embargo, bajo su doble mandato el club ha fichado un total de 41 jugadores, con un gasto de 855 millones de euros. Es decir, que cada título le ha costado 85,5 millones de euros.
Florentino ha fichado un total de 41 jugadores por un montante de 855 millones de euros, es decir, que cada título le ha costado 85,5 millones
Al Madrid le sigue faltando un proyecto. Pese a sumar diez años como presidente, Florentino sigue funcionando por impulsos. Mourinho es su octavo entrenador. Empezó dando continuidad al técnico que estaba en el club cuando ganó sus primeras elecciones: Del Bosque. Después, fichó a Carlos Queiroz, José Antonio Camacho, Mariano García Remón, Vanderlei Luxemburgo, Juan Ramón López Caro y Manuel Pellegrini.
Mourinho ha sido su octavo entrenador y por segunda vez se presenta a la reelección sin tener rival, gracias a cambiar los Estatutos del club
Y, por si todo esto fuera poco, Pérez ha blindado la presidencia del Real Madrid de tal manera que, si él se viera obligado a dimitir, no sería fácil encontrarle un sustituto. Normal que nadie se haya presentado a las elecciones y que él sea el único candidato. Los nuevos Estatutos, aprobados por 1.031 votos a favor a mano alzada de los 1.241 asistentes, exigen veinte años como socio del club, el doble que antes, y un patrimonio personal que asegure el 15% del presupuesto del club, lo que con las actuales cuentas blancas serían 80 millones de euros. Pero, tranquilos, Florentino nunca tiene culpa de nada.
