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"Casillas y Mourinho tienen una buena relación profesional, pero no tienen por qué irse de cañas"

Considerado el futbolista más sexy del mundo por la revista 'Vanity Fair', el tolosarra habla sobre el ambiente que se vive en el vestuario del Real Madrid y de su entrenador. También cuenta una anécdota de su hijo. "Un día vino a casa y me preguntó: 'Aita, ¿conoces a Cristiano?'. Le respondí que era mi compañero".

El centrocampista del Real Madrid, Xabi Alonso, afirma que el vestuario del equipo "no está dividido" y que "Casillas y Mourinho tienen una buena relación profesional, pero no tienen por qué irse de cañas".

En una entrevista a la revista 'Vanity Fair', que le define como el futbolista más sexy del mundo, el tolosarra habla de su actual entrenador: "Es muy bueno a la hora de empatizar con los jugadores. Te lo digo yo, de primera mano. Ha convivido siempre con las críticas y este año está siendo más duro porque el equipo está perdiendo más de lo habitual. A mí me ha hecho crecer personal y profesionalmente. En el roce diario, en el cara a cara, es donde te gana. Hablo de la relación entrenador-jugador. De otra, no sé".

Sobre el vestuario del Madrid, Xabi asegura que "no está dividido. Yo me entero de todo y veo las diferencias entre lo real y lo que se publica. Y no podemos estar todo el rato desmintiendo. Somos y debemos ser un equipo, tenemos que seguir estando juntos, porque es un deporte colectivo".

Preguntado sobre su condición de vasco en el Real Madrid, Alonso dice que "jamás he tenido un problema por ello. Lo llevo con mucha normalidad. Si a alguien le ofende es su problema, no el mío". Y en cuanto a su carácter dentro del terreno de juego, si alguna vez pierde el control, Xabi asegura que "a veces, pero no lo pierdo mucho. No va conmigo. Procuro no hacer teatro porque cuando lo veo en un compañero me gusta tan poco".

En la entrevista Xabi también habla de sus hijos, Jon, de cinco años, y Ane, de tres: "Intento ser un padrazo. Mis niños son mi mayor responsabilidad. Ser padre te cambia la vida profundamente. No hay manual de instrucciones. Paso mucho tiempo fuera y al final es mi mujer quien se ocupa más de ellos y eso es muy duro". Y cuenta una anécdota sobre el mayor. "Un día vino a casa y me preguntó: 'Aita, ¿conoces a Cristiano?'. Le respondí que era mi compañero".

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