Durante las dos últimas temporadas, el Zaragoza logró la permanencia gracias a un final de Liga espectacular. En la 2010-11, el equipo entonces dirigido por Javier Aguirre se salvó en la última jornada en el estadio del Levante con una solvente victoria por 1-2. Un año después, el conjunto entonces entrenado por Manolo Jiménez remontó 12 puntos desde marzo y logró la permanencia tras imponerse a rivales directos y a equipos que se jugaban su clasificación para competiciones europeas, aunque tres de las cuatro últimas jornadas las disputó en La Romareda frente a rivales que ya no se jugaban prácticamente nada. Lograron la permanencia ganando en Getafe, en la última jornada, en un duelo en el que el conjunto madrileño sufrió tres expulsiones: Miguel Torres, Sarabia y Miku.
Un reportaje del diario Marca aporta una serie de testimonios, de la que hay grabaciones, en las que se deja en muy mal lugar al propietario del Zaragoza, Agapito Iglesias:
"Yo a Agapito ni le daría la mano. Para mí lo que ha hecho, tanto el año pasado, como lo que sé de él, hace que no quiera saber nada. Con esas personas ni quieres comer, ni relacionarte, ni nada", explica al diario MARCA el presidente de un equipo de Primera que este año ha logrado evitar los puestos de peligro con relativa solvencia, pero que en anteriores temporadas ha vivido con angustia sus sospechas hacia el máximo mandatario del conjunto aragonés.
"Si el año que viene estamos en la misma categoría que el Zaragoza, le garantizo que no habrá comida de directivas con ellos", sentencia otro presidente, en esta ocasión de Segunda, que también se siente un daño colateral de la gestión de Agapito Iglesias. "Un entrenador no aceptó fichar por el Zaragoza antes de que contratasen a Jiménez. Dijo en una mesa, con mucha gente delante, que no aceptó porque el dueño, Agapito, le dijo que ganara los primeros partidos, que de los ocho últimos ya se encargaba él. Ese entrenador ahora está fuera de España. Daba gusto verle jugar", añade.
Sobran pistas para saber que el técnico al que se refiere el mandatario de Segunda es Míchel, que negoció su fichaje con el Zaragoza hace dos temporadas y actualmente se encuentra dirigiendo al Olympiacos griego.
"Delante de varios presidentes y algún agente, en la final de la Europa League entre Oporto y Sporting de Braga, le vimos alardear de que ya tenía arreglado el partido contra el Levante. De hecho, le preguntaron, y él contestó riéndose: ‘Ya está todo arreglado’. No dábamos crédito", relata uno de los testigos. "Yo no escuché esa frase, pero sí recuerdo a Agapito, todo el rato colgado del teléfono, y los comentarios que le hacían sobre un partido que resultó ser escandaloso: el Levante-Zaragoza de hace dos temporadas, con dos goles de Gabi. Sé al 100% que ese partido se arregló. Cualquiera que vea aquel partido y lo investigue, sabe lo que fue", concluye.
"Lo que no puede ser es que haya gente que todos los años solucione sus puntos al final de la temporada. Es una desventaja para todos. Este año la situación ha explotado y, si dejamos la solución para el siguiente, pienso que será muy problemático. Lo que pasa es muy evidente", denuncia otro implicado. "Todo lo que cuentan está en la Fiscalía, ellos saben lo que pasa. Falta que lo que sabemos se considere como pruebas válidas. Si lo que tienen ahora ya no vale como prueba, en la vida se va a solucionar esto", lamenta otro.
"Para el Zaragoza-Levante del año pasado me dijeron que hubo una votación a mano alzada en el vestuario granota para ver si se vendían. Ganó el 'no', pero algunos votaron 'sí', y el partido fue una mierda porque sospechaban unos de otros. Ganó el Zaragoza", cuenta otro de los presidentes consultados. "Todo el mundo teme al Zaragoza en estas situaciones, pero es cierto que esta temporada tienen unos rivales difíciles de comprar. No sospecho ni del Betis, ni del Atlético", añade. Efectivamente, el Betis arrasó a los maños por 4-0 la pasada jornada.