La sonrisa pícara de Messi en el suelo, tumbado por una falta en la frontal, delataba la grandeza de la noche. Éver Banega le había derribado a dos pasos del área grande y, apenas caerse, el diez ya estaba salivando. Sesenta segundos después, Messi colocó la pelota en la escuadra izquierda de la portería mientras Beto, el portero, se golpeaba con la red, incapaz de luchar contra la física y contra el genio.
Era el gol que adelantaba al Barcelona ante el Sevilla en un partido en que necesitaba reconciliarse con el fútbol y terminó por permitirse una fiesta (5-1). El motivo, doble: una goleada y la conversión de Messi en mito, el máximo goleador histórico de la Liga.
El golpeo de falta fue muy importante, porque con él Messi empataba de una vez a Zarra, tema ya casi tabú. Más que con euforia, el Camp Nou reaccionó con júbilo. Felicidad, incluso. El gol reconciliaba a Messi con los números, consigo mismo y con el público azulgrana, temeroso de que el astro, como deja caer de vez en cuando, se vaya un día de Barcelona.
Messi puso el partido de cara con un tanto extraordinario en un lanzamiento de falta
Messi acabó manteado por sus compañeros cuando cerró la trama con el cuarto gol culé y su 252º, el que le colocaba por delante del histórico Zarra. Y ya de fiesta, cambió de tema unos minutos más tarde cuando, en una jugada ‘messiana’ pero casi ‘vintage’, se apuntó su tercer gol de la noche y cerró la goleada del Barça al Sevilla.
Todo empezó con aquel golpeo en la falta, que fue balsámico para el Barça; tras él, solo necesitó remar en el mismo sentido de la corriente. Messi daba los palazos mientras Xavi guiaba, novedad en el once de Luis Enrique en el mismo sentido que Piqué. El ‘seis’ ordenaba casi sin querer a sus compañeros, y a partir de ahí el Barcelona tuvo menos miedo.
Ni siquiera entró el equipo catalán en pánico cuando, tras dos minutos de segundo tiempo, Jordi Alba empató para el Sevilla. Un centro de Vitolo se paseó entre Bravo, Bacca y Mathieu y encontró al pie arrepentido de Alba, que no desapareció a tiempo. Pero dos jugadas más tarde el Barça empató a balón parado –ejemplo de que al Sevilla pasó por el partido con los dientes blandos–, cuando la cabeza de Neymar encontró un centro de Xavi.
Suárez sigue sin marcar, aunque asistió a Rakitic y ya suma cuatro pases de gol con el Barça
Inocuos los visitantes, el Barcelona tiranizó el partido como solía en tiempos más felices, como si a los dos equipos no les separase un punto en la tabla. Rakitic puso el tercer clavo en el ataúd de sus excompañeros con el 3-1. Se lo había servido Luis Suárez, que se desmarcó con esmero y esperó pacientemente la llegada del medio croata para que rematara de cabeza.
Esa paciencia está siendo la virtud del nueve uruguayo en su primer mes de juego con el club catalán. El gol que coronó a Messi como artillero eterno de la Liga debía ser para Suárez; era un contraataque de tres (Neymar, Messi, Suárez) para dos en el que Messi pasó al brasileño y este tenía que encontrar al ex del Liverpool en el segundo palo.
Suárez estaba allí, esperando, puede que pensando en cómo celebrar su primer gol azulgrana. Pero hoy era la fiesta de Messi: el rosarino aceleró y metió el pie para que el Camp Nou enloqueciera. Suárez podía haber seguido esperando en el segundo palo pero decidió unirse en el manteo a Messi. Su fiesta llegará más temprano que tarde.
Que el uruguayo no marcase fue la única mácula en el partido más feliz de Luis Enrique. Con 5-1 el público hacía la ola, Piqué lideraba contraataques y Messi jugaba en una nube. Tras el pitido final, al ‘diez’ le pusieron un vídeo de homenaje al que, para mayor simbología, asistió rodeado de sus compañeros y vestido con el brazalete de capitán. El final redondo para una exhibición de juego y de historia, las dos palabras que hay que utilizar para hablar de Leo Messi.
Ficha técnica
FC Barcelona: Bravo; Alves, Mathieu, Piqué, Alba (Adriano, m. 81); Busquets, Xavi (Rafinha, m. 77), Rakitic; Suárez (Pedro, m. 74), Messi y Neymar.
Sevilla FC: Beto; Coke, Pareja, Carriço, Fagueira; Banega, Krychowiak; Aleix Vidal (Deulofeu, m. 60), Denis (Gameiro, m. 60), Vitolo; y Bacca (Iago Aspas, m. 74).
Goles: 1-0: Messi (m. 21). 1-1: Alba, en propia puerta (m. 47). 2-1: Neymar (m. 49). 3-1: Rakitic (m. 66). 4-1: Messi (m. 72). 5-1: Messi (m. 78).
Árbitro: Martínez Munuera (comité valenciano). Mostró cartulina amarilla a Coke (m. 26), Pareja (m. 48) y Mathieu (m. 56).