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El oro llegará sufriendo o no llegará

  

  • Los Hispanos celebran un gol en el encuentro de semifinales contra Croacia

Está claro. El ansiado oro llegará sufriendo o no llegará. En un Europeo en el que España ha ido avanzando a trompicones y sobre todo, a base de oficio, todo apunta a que la final, que los Hispanos no disputan desde 2006, no será una excepción. "No hemos jugado bien pero estamos en la final. Espero que nuestro mejor partido llegue justo este domingo", decía un eufórico Julen Aginagalde tras imponerse 33-29 a Croacia en semifinales. "Por fin", suspiraba Cañellas.

El conjunto que dirige Manolo Cadenas ya ha demostrado en el Europeo de Polonia que sabe sufrir, pero ahora debe probar que sabe volar. Los Hispanos deben, en definitiva, aparecer todos. Falta "ese partido bueno" al que se refería el pivote irundarra, máximo referente en ataque. Aunque contra Croacia España sacó su orgullo, el partido no estuvo exento de sudores fríos, por ejemplo, cuando Duvnjak y compañía se pusieron a un sólo tanto (24-23) en la recta final.

España está a un paso de romper el maleficio y conquistar su primer oro continental

Cañellas desapareció y se hizo de noche para España, que nuevamente supo sufrir y que sin perder la ventaja tiró de raza para armar de nuevo el brazo. Irrumpió Maqueda, al fin Cristian Ugalde y Víctor Tomás corrieron al contraataque y Gonzalo hizo de las suyas bajo palos. "Increíble", remató Antonio García, que con seis 'cañonazos' acabó siendo elegido hombre del partido.

España, que ha tenido la madurez y el soplo de suerte necesario para meterse en la 'pomada', está a un sólo paso de romper el maleficio y conquistar el oro continental que tanto se le resiste. Sólo Alemania les separa de la gloria. Puede que no sea el Europeo del juego brillante por parte de los Hispanos. Tal vez parezca un sindiós por tramos. Alguno pensará que así no hay quien viva, pero es maravilloso. Maravilloso porque las dudas en ataque o el no acabar de "carburar" que lamentaba Cadenas no han empañado el buen hacer de un grupo único de gladiadores que ha sabido sobreponerse a las penurias del balonmano español y en el fragor de la batalla ha protagonizado las semifinales por sexta vez desde 2011. Algo al alcance de muy pocos. Toca valorarlo y no acordarse de ellos sólo cuando se acercan los Juegos Olímpicos. Cañellas ha sido rotundo al respecto: "La cultura deportiva no puede centrarse en peinados y novias".

"Un gran valor de este grupo es permanecer siempre tranquilo aunque el juego y el resultado no sean favorables", destacaba Cadenas. Parecerá una obviedad pero no es fácil estar en semifinales, mucho menos en la final. Y los Hispanos, con el capitán Raúl Entrerríos al frente, han vuelto a hacerlo. Nos tienen muy mal acostumbrados. Bendita locura.

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