El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha comentado este jueves que "no hay fundamento jurídico" para su imputación en el 'caso Negreira', que cree que terminará en nada porque no hay "ni cohecho ni delito continuado", y ha lamentado además la existencia de un "madridismo sociológico en los centros de poder".
"Conociendo el histórico de este juez, tenía números de acabar investigado. Pero no hay fundamento ni hay cohecho. No hay delito continuado. La fiscalía lo calificaba de corrupción deportiva pero en ningún caso cohecho. El juez está forzando toda esta historia. Un juez instructor. Es bastante sorprendente", señaló en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Asegura que "no hay cohecho"
"Yo tengo muy claro que todos los barcelonistas podemos estar tranquilos porque este caso se acabará archivando. La hipótesis del juez es que hemos comprado árbitros y eso no lo han probado. Y no podrán porque no es cierto", apeló Laporta. En este sentido, el presidente blaugrana aseguró que "no hay cohecho" porque Negreira "no es un funcionario público". "No se pueden forzar los tipos delictivos. Aquí no hay soborno, no es un delito continuado por lo que no está prescrito", defendió.
Laporta lamentó además que haya un "madridismo sociológico en los centros de poder". "He competido contra este madridismo sociológico y he ganado. Tienen miedo que se vuelva a repetir lo que pasó en mi primera etapa. Ganamos mucho y eso les hizo mucho daño. Sufrieron mucho", argumentó.
"Estamos acostumbrados a luchar contra esto. Este madridismo está en los medios, en el mundo del deporte. Esto lo tenemos que aceptar con normalidad pero como 'culers' debemos saber que debemos competir contra esto. Tienen pánico a que repitamos lo que ya hicimos, que volvamos a ganarlo todo", reiteró. "En el caso Negreira, ya veremos si llegamos a juicio. Soy jurista y estoy tranquilo porque esto no puede prosperar. Tenemos un equipo jurídico muy bueno. El madridismo ha aprovechado el caso Negreira para ensuciar el nombre del Barça y su historia. Y desestabilizarnos y controlarlo", resumió.
E1958
El problema de este hombre no es que sea un sinvergüenza es que, además, es tonto, tonto, tonto.