La 'guerra médica ha estallado de nuevo en el Real Madrid con consecuencias impredecibles. Los casos de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema son el penúltimo episodio que dura años de un enfrentamiento entre el jefe de los servicios médicos del club, el doctor Jesús Olmo, alias 'Doctor Estiramientos', y una plantilla harta de él, sus tratamientos y erróneos diagnósticos. Las víctimas son los futbolistas del primer equipo, aunque también ha habido damnificados en el basket, el culpable y sus cómplices están señalados y el máximo responsable, Florentino Pérez, no ha querido solucionar nunca un problema enquistado por lazos familiares y favores personales.
En la hora más decisiva para el madridismo, con la semifinal de Champions en juego y opciones en la Liga, dos integrantes de la BBC están KO (Bale está sano pero tiene un dilatado curriculum de lesiones y recaídas). La absoluta desconfianza de Cristiano y Benzema con el doctor Olmo les ha llevado a apostar por fisioterapeutas ajenos al club para recuperarse de sus respectivas lesiones. Para mayor escarnio, Karim decidió colgar en las redes sociales una foto con Juan Muro, su fisio personal que le trata prácticamente a diario y uno de los que purgó de la disciplina del Real Madrid el ‘Doctor Estiramientos' junto a Pedro Chueca, Dani Pirri, Carlos Heredia, el doctor Morate o el recuperador Lozano. La intención de Benzema era clara: denunciar públicamente el descontrol médico que padece el Madrid y en quien deposita su confianza para recuperarse.
CR7 está entre algodones y con un grave riesgo de recaer si precipita su recuperación. Quiere apurar para no perderse la vuelta de semifinales ante el Manchester City y no sólo ha preferido la opinión de otros médicos ajenos al doctor Olmo, sino que se ha hecho pruebas (resonancias) en diferentes centros que no están bajo la cobertura del Madrid. Asimismo, el portugués se ha vuelto a decantar por Joaquín Juan, un viejo conocido habitual recuperador de Pau Gasol y otros deportistas que ya trató a Ronaldo en 2014 para intentar ponerle a punto para la final de Copa. Pero fracasó. Cristiano se aferra a este clavo ardiendo esperando un milagro, pero todo indica que no habrá resultado positivo.
La elección de Karim para que Juan Muro, que también asiste a Marcelo casi a diario, recupere sus lesiones no es nueva. Es su fisio de cámara y en él ha depositado su confianza desde hace años. Lo hace intensivamente en una temporada lastrada por lesiones y decisiones del doctor Olmo que han colmado la paciencia del francés. El año pasado sin ir más lejos su agente protestó enérgicamente a Florentino por la mala praxis del ‘doctor estiramientos’; y ese malestar es patente también en Cristiano, hastiado de un doctor al que la plantilla le puso la cruz. El vestuario votó casi en mayoría para impedirle el paso al vestuario y al que Sergio Ramos, otro de los que se trata con un fisio (pedro Chueca) ajeno al club que echó el doctor Olmo, le amenazó de esta guisa: “Te vas a encontrar conmigo, chivato”.
Por si fuera poco, otro de los que no traga con el doctor Olmo es el entrenador. Zidane no comulga con el galeno madridista, tanto es así que conociendo la práctica habitual de jugadores como Ramos, Benzema, Varane o Jesé, que se tratan con fisios ajenos al club, Zizou se preocupa de conocer de primera mano o por medio de informadores cuál es el proceso de recuperación de cada uno de ellos. Zinedine ha venido consultando con estos fisios el estado en que se encuentran los jugadores que no se tratan en Valdebebas. Caso distinto a Rafa Benítez, que en plena 'guerra médica' y con varios lesionados en el equipo, prefirió ponderar y resaltar el trabajo de los servicios médicos del Real Madrid llevando la contraria a todo un vestuario que terminó ajusticiándole.