Este miércoles, el King Abdullah Sports City de Yeda (Arabia Saudí) fue testigo de la semifinal de la Supercopa de España entre el Athletic Club y el FC Barcelona. Pero las imágenes tras el partido no se centraron en lo que ocurrió en el césped.
Claramente, el foco lo tuvo el descontrol del presidente azulgrana, Joan Laporta. En un episodio que ha causado sorpresa y críticas, el máximo dirigente culé perdió los nervios en el palco con gestos obscenos, insultos y patadas a los muebles, en un acto de celebración por la decisión del Consejo Superior de Deportes (CSD) que permitió inscribir provisionalmente a Dani Olmo y Pau Víctor.
Euforia descontrolada: "¡Hijos de p***!"
La jornada empezó con tensión acumulada por el recurso del Barcelona ante la imposibilidad de inscribir a los dos futbolistas debido a las restricciones económicas impuestas por LaLiga. La notificación del CSD, que daba la cautelarísima para que ambos jugadores fueran inscritos de manera provisional, llegó mientras el equipo viajaba hacia el estadio. Este anuncio desató una celebración que Laporta llevó al extremo. Según testigos presentes, al llegar al estadio y entrar al palco, el presidente del Barcelona profirió insultos como "¡hijos de p***!" y "¡sinvergüenzas!" al aire, mientras realizaba cortes de manga frente a dirigentes.
? ÚLTIMA HORA I Gritos y ¡CORTE DE MANGAS! incluido de Joan Laporta para celebrar la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor
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El momento más tenso ocurrió en la sala previa al palco principal, cuando Laporta se encontró con varios presidentes de federaciones territoriales. "¿Quiénes sois vosotros? ¡Sinvergüenzas!", increpó el mandatario mientras continuaba con los insultos y los gestos ofensivos. Testigos calificaron la escena de "violenta" y "vergonzosa", especialmente cuando comenzó a golpear sofás y sillas.
En medio del caos, Laporta se cruzó con Dani Olmo, uno de los jugadores cuya inscripción desató la tormenta. Al verlo, lo abrazó con una efusividad que también incomodó a los presentes. "Fue muy violento", describieron algunos testigos. Poco después, el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, llegó al palco y trató de calmar los ánimos, mediando entre Laporta y los demás dirigentes presentes. La tensión, sin embargo, ya había escalado demasiado.
Silencio oficial y críticas por la "decisión política"
La decisión del CSD, considerada una "victoria política" para el Barcelona, no estuvo exenta de controversia. Jon Uriarte, presidente del Athletic Club, calificó el fallo como "esperpéntico" y acusó al órgano gubernamental de injerencia en el deporte. "Es una decisión provisional tomada por un órgano político. Ahora serán LaLiga y la Federación quienes deban defender su posición", declaró Uriarte.
Por su parte, Rafael Louzán optó por un tono conciliador y evitó pronunciarse en profundidad. "Respetamos las decisiones del CSD y analizaremos los detalles cuando tengamos acceso completo a la información", afirmó el dirigente en una entrevista televisiva, subrayando que la RFEF había cumplido con la normativa.
Aunque la cautelar permite que Dani Olmo y Pau Víctor sean inscritos, su situación sigue en el aire. El recurso del Barcelona incluye un documento de 52 páginas en el que se defiende que el reglamento financiero de LaLiga no puede impedir el derecho de los jugadores a competir. No obstante, la decisión final deberá tomarse en un plazo máximo de tres meses, dejando abierta la posibilidad de que ambos jugadores queden fuera más adelante. Tocará esperar, por lo tanto, para ello.