Diego Pablo Simeone subió al escenario y comenzó a enumerar: "Este premio se lo quiero dedicar a Courtouis, Miranda, Gabi y Koke (le faltó Diego Costa, porque el premio al mejor delantero aún no había sido entregado). Sin ellos no habríamos podido ganar la Liga y yo no tendría este trofeo entre mis manos". El entrenador del Atlético, que recibió el premio de Santiago Segura, quiso reivindicar a todos los jugadores que habían sido nominados en alguna categoría sin premio (en la sala estaban Gabi, Koke y Miranda), sufriendo un desplante muy comentado por los asistentes a la gala.
La Liga de Fútbol Profesional concedió sus premios, teóricamente votados por un miembro de cada equipo, a los madridistas Keylor Navas, Sergio Ramos, Modric y Cristiano Ronaldo (hasta tres). Algo que no sentó bien en las filas atléticas, vigentes campeones de Liga, algo que se plasmó en la salida en estampida de Koke, Gabi y Miranda al finalizar la gala. La incredulidad dominó una gala en la que el Barcelona se limitó a mandar una representación de trámite formada por Zubizarreta (que recogió el premio a Iniesta), Puyol (que recogió el del Fair Play a Rakitic) y Rafinha (que recogió el suyo como jugador revelación).
Había cinco categorías, con tres jugadores atléticos presentes y no ganaron ninguna, pese a ser campeones de Liga
Pero si cuestionable fue la elección de los premiados, no lo fue menos la desafortunada intervención de Cristina Pedroche, que acompañó a los inversores asiáticos a la hora de entregar el premlo al mejor jugador africano de la gala. La vallecana hizo un par de referencias fuera de lugar al respecto de la condición de inversores de sus compañeros en el escenario ("estos son los que ponen la pasta") y después demostró que ni siquiera se había mirado el guión. En lugar de nominados a jugador revelación de la liga en esa categoría había premiados, por lo que su interlocutor chino anunció el premiado, cuando la Pedroche esperaba los nombres de tres nominados. Segundos después, a la hora de hacer lo propio en Segunda, advirtió: "Venga a ver si ahora sois capaces de hacerlo bien. Es que son los que traen la pasta y tienen prisa". Un despropósito muy comentado en las butacas del Hotel Auditorium.
Respecto a las actuaciones, Eva Hache hizo lo que pudo ante un auditorio poco agradecido, Dani Rovira salió mejor librado y Santiago Segura y David Bisbal se mostraron muy fríos. Una gala con ambiciosas expectativas, bien organizada en lo logístico, pero muy deficitaria en la puesta en escena. Posteriormente los invitados disfrutaron de un cóctel que se extendía hasta altas horas de la noche, cuando se acabó el gin tonic, más o menos.
El año que viene la LFP tiene asegurada la no participación de jugadores del Atlético y, veremos, si los inversores chinos no toman algún tipo de medida o represalía después del esperpento protagonizado por Cristina Pedroche durante la entrega de premios de ayer.
