El árbitro portugués de primera división Duarte Gomes se quedó "sin palabras" cuando, después de ceder su plaza en la cola de un quiosco de Lisboa donde esperaba para comprar el periódico a una mujer embarazada, ella lo acusó de haber "estafado" a su equipo.
"Mientras hacía cola para comprar el periódico en el quiosco, vi a una mujer embarazada, muy embarazada, detrás de mí. Intenté ser buen samaritano y le cedí mi lugar, asegurando que la máxima prioridad era para quien lo necesitaba. Y su respuesta fue que, lo que realmente necesitaba, era que su hijo naciera, creciera y pateara mi culo tan fuerte para que dejara así de estafar a su club", cuenta el colegiado internacional en su cuenta de Facebook.
Gomes, que ha dirigido partidos correspondientes a la clasificación para el Mundial de Brasil y en la Europa League, reconocía estar "acostumbrado" a ese tipo de comentarios, aunque esa vez le había pillado por "sorpresa". "No le contesté, no tenía ganas de sonreír, me quedé sin palabras. No esperaba algo así", escribió.
Horas después, y dada la repercusión del hecho en las redes sociales, Gomes borró el relato de lo sucedido.