Luis Enrique compareció en rueda de prensa después de "la divertida semana" en la que encadena dos derrotas ante Real Madrid y Celta. El asturiano afirmó al respecto: "He visto a los jugadores muy tranquilos. Nuestro objetivo vuelve a ser el de siempre: dominar las fases del juego. ¿Si volvería la tranquilidad al entorno? No estoy pendiente de eso, solo de mejorar a mi equipo. Me mantengo optimista".
El técnico azulgrana no quiso hablar de su futuro y se limitó a advertir que "sin resultados se va a cuestionar todo, ya lo sé. Me siento perfectamente, lo analizamos todo y trabajamos para cambiarlo. No voy a entrar en polémicas. Buscamos una mejor versión del Barça, fieles a lo que somos como equipo. Seremos fieles a lo que somos como equipo. Este club ha sido de los más premiados del mundo gracias a su juego. Soy optimista porque veo cómo entrenan y compiten mis jugadores. En un club como este hay urgencias. Lo sé. Pero es un reto muy atractivo y muy importante".
Preguntado por qué declaró que "se abre la veda", acabó tirando de ironía: "Soy un tipo espontáneo, simpático y diría que hasta atractivo... Y modesto".