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Luis Salom, 'Mexicano' que estás en los cielos

     

  • Luis Salom.

Es cierto que la muerte de cualquier personaje público tiende a dulcificar su perfil, muy especialmente en España, pero en el caso de Luis Salom es difícil encontrar a una persona en el paddock que te hable mal del joven fallecido este viernes en Montmeló.

Como casi todos los que llegan a la élite, el balear se subió por primera vez a una moto con sólo dos añitos. "Fueron mi padre y mi abuelo quienes me inculcaron la pasión por este deporte. Con mi padre fuimos buscando semana tras semana competiciones por la isla. Si no, siempre buscábamos un sitio para poder entrenar. Era el mejor momento de la semana", contaba en cada entrevista cada vez que le preguntaban por sus primeros pasos.

A Luis quizás le faltaba un poco de mala leche para dar el salto definitivo en este mundillo de lobos. Era un chaval de 24 años cuya perenne sonrisa no engañaba. Natural y sincero, no se avergonzaba de exhibir su fe religiosa antes de cada carrera, cuando se arrodillaba delante de la moto y rezaba un padrenuestro.

Le apodaban el 'Mexicano' porque su representante tenía en Argentina un caballo que se llamaba así. Y, claro, los miembros de su club de fans se hacen llamar "mexicanos".

Para sencillez y normalidad, hasta en la elección de su dorsal: "La verdad es que el 39 me tocó por sorteo en una copa de promoción en 2005. Esto fue un sábado y el domingo gané la carrera, la primera que ganaba fuera del Campeonato Balear. Y de ahí viene el dorsal 39".

Y así con todo. Con su admiración por Valentino Rossi y con su pasión por los tatuajes, por su familia, por los suyos y, cómo nó, por el deporte que ha acabado arrebatándole la vida: "A mi novia le paso cada día 50 fotos de la moto".

Luis Salom hizo su debut en el Campeonato Mundial en Jerez en 2009 en la categoría de 125cc. Terminó en el podio en 25 carreras, incluyendo nueve victorias en el Campeonato Mundial de Moto3.

En 2012, alcanzó el subcampeonato de Moto3 y, un año más tarde, fue tercero en la general después de luchar con los también españoles Maverick Viñales y Alex Rins hasta la ronda final en Valencia.

También terminó en el podio tres veces en 41 apariciones en el Campeonato del Mundo de Moto2, la última vez, en la primera carrera de este año, que se disputó en el circuito de Losail, en Catar.

"No rezo para ganar, rezo para que todo nos vaya bien a todos, para que todos lleguemos a la meta. No quiero tener suerte, quiero no tener mala suerte", confesó en una entrevista publicada por El Periódico. Pero este viernes la moneda de la vida le salió cruz. Y ahora el 'Mexicano' dirá sus oraciones en ese cielo en el que tanto creía.

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