Un informe de las autoridades de Berna remitido a la Audiencia Nacional recoge la extrañeza de los investigadores helvéticos por "ciertos beneficios" obtenidos por el político y su socio, David Marjaliza, con operaciones bursátiles. El documento destaca que empezaron a comprar y vender acciones en julio de 2005, poco después de que accediera al Ejecutivo de Aguirre.