La esperada comparecencia de Francisco Granados sobre la Fundación Arpegio dentro de la Comisión de Investigación sobre la Corrupción Política en la Comunidad de Madrid ha arrancado con el exconsejero, que habla desde la cárcel de Estremera, abroncando a los miembros de la comisión: "Conozco los derechos que me asisten y le repito que falta usted a la verdad en cuanto a que comparezco en las mismas condiciones que el resto", le espetaba a su presidenta, Dolores González, que optaba por dar paso a los representantes de los grupos. El primero en intervenir, el de Ciudadanos, le preguntaba por su relación con José Luis Huerta, el dueño de Waiter Music, la empresa de la trama que acaparaba la organización de festejos en localidades de Madrid.
"Nada me apetece más, y más después de esta semana de pasión, que hablar de la Operación Púnica y responder a todas las calumnias de todos estos repartidores de carne, de esos acosadores de señoras de 80 años, nada me gustaría más que demostrar mi inocencia. Pero comprenderá que por la incapacidad que tengo aquí dentro [en la cárcel de Estremera], sin medios ni datos, no voy a arrojar mucha más luz", ha respondido. A pesar de poder hablar "sólo de cuestiones generales", interrogado por cómo se adjudicaban los convenios de la Fundación Arpegio y el tema de Night of the Proms, respondía: "No conozco esos convenios concretos. Lo que si le puedo decir es que yo jamás he intervenido en ninguna de esas cuestiones. Y cuando digo jamás es jamás".
Granados ha señalado que su relación con Arpegio data de "hace más de diez años" y fue "muy marginal"
A lo largo de su comparecencia, de hecho, Granados ha reiterado en varias ocasiones que "no recuerda" o que "desconoce" varios de los contratos específicos sobre los que se le ha preguntado. Ha señalado que su relación con Arpegio (de la que fue presidente) data de "hace más de diez años" y que fue "muy marginal", insistiendo en que no ha podido acceder a "ningún papel" al estar en prisión, desde donde comparece por videoconferencia.
Ha negado también cualquier conversación con Esperanza Aguirre sobre ese tema: "Con la señora Aguirre he tenido una o dos conversaciones en los últimos cinco años. Es falso que yo haya hablado con Esperanza Aguirre de quién va a las fiestas de los pueblos". Granados incluso ha defendido la gestión de su Gobierno: "Yo comprendo que esta parte de la Púnica se les queda un poco coja. No tengo por qué defender a la señora Aguirre, pero en esta campaña de acoso y derribo no pretendan tapar los años del gobierno de Aguirre", de los que ha destacado, entre otras, la creación de hospitales y otras medidas llevadas a cabo "bajando los impuestos".
"Yo no he cometido ninguna irregularidad en la Comunidad de Madrid. No la he cometido y desde luego no la he amparado"
"Lo que espero es poder aclarar todo esto en sede judicial y luego ante todos ustedes", ha seguido Granados, que ha negado ser "el rey del golferío de nada". Respondía así al representante de Podemos, a quien le decía que "golferío es fundar un partido con la sangre de millones de venezolanos. Lo que es golferío es no respetar las creencias de la gente, asaltar capilllas", decía. Entre interrupciones constantes y amenazas de levantarse, Granados ha pedido respeto "a la presunción de inocencia de la gente".
"No creo que el señor Huerta diga que yo tenga nada que ver con esa empresa, porque no es verdad y se ha demostrado por activa y por pasiva. No creo que ningún alcalde haya dicho que yo haya montado concursos para que le dieran a este señor los contratos. Y en cuanto a las declaraciones de alguien que se ha declarado culpable de no sé cuántos delitos [en referencia a David Marjaliza], no sé los pactos que llevan a la gente a hacer ciertas cuestiones, pero estoy seguro de que todas estas cuestiones se aclararán", ha añadido Granados, momentos antes de que se perdiera la conexión con la cárcel de Estremera y su alegato enmudeciera.
Solucionados los problemas técnicos, Granados ha continuado: "Yo no he cometido ninguna irregularidad en la Comunidad de Madrid. Quitando esto de Arpegio que comentan no he escuchado nada sobre ningún contrato en el que haya atisbo de corrupción. Yo no lo he vivido, no lo he cometido y desde luego no lo he amparado", señalaba, para pedir a los miembros del PP que confíen en que "todo esto quedará como una anécdota infinitamente triste para mí".