La FIFA no permite al Barcelona presentar a Luis Suárez, a quien ha fichado del Liverpool por 81 millones de euros, más variables, hasta que el uruguayo no cumpla la sanción que se le impuso en el Mundial de Brasil por morder al italiano Chiellini. El club catalán tenía la idea de presentar al uruguayo esta semana en un recinto no deportivo, pero tampoco podrá hacerlo.
El jefe de prensa de la FIFA, Delia Fischer, informa que "la prohibición se refiere a toda la actividad relacionada con el fútbol. Él no puede estar en un evento público relacionada con el fútbol, independientemente del lugar de celebración. Ni siquiera puede estar involucrado en un evento solidario relacionado con el fútbol ".
Luis Suárez apeló la sanción de cuatro meses, más nueve partidos internacionales con su selección, pero ésta rechazada por el Comité de Apelación de la FIFA. Ahora va a apelar ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), en un intento final para reducir las sanciones que a día de hoy le mantendrán fuera del club de fútbol hasta el final de octubre.
El abogado de Luis Suárez afirmó el pasado viernes que el castigo era "descaradamente draconiano, totalitario y fascista". Alejandro Balbi dijo a la emisora de radio española Cope: "El derecho de un futbolista al trabajo está siendo violado y el fútbol debe estar preocupado por eso. Los nueve partidos [internacionales] pueden parecer excesivo, pero el hecho de que él no puede ver un partido de fútbol, o el tren o llevar a cabo su trabajo, estamos hablando de cosas desagradables".