En un escrito remitido a la juez de Gavà (Barcelona) que imputó al internacional argentino por fraude fiscal, el ministerio público considera que la conducta de Leo Messi no es constitutiva de delito ya que "no intervenía en la toma de decisiones sobre la gestión y canalización de sus ingresos ni conocía realmente el alcance, dimensión, finalidad y efectos del entramado societario" articulado por su padre para eludir el pago de impuestos.
La fiscal Raquel Amado recuerda en su escrito que Messi manifestó "de manera ciertamente creíble" ante el juez, cuando declaró como imputado el pasado 27 de septiembre, que era desconocedor de los aspectos relacionados con la explotación de sus derechos de imagen, así como de los aspectos relativos a la tributación por tales ingresos. De hecho, la fiscal subraya que Leo Messi llegó a expresar de forma espontánea y gráfica ante el juez: "la plata la maneja mi papá y yo confío en él".
La titular del juzgado de instrucción número 3 de Gavà imputó en junio del pasado año a Leo Messi y a su padre Jorge por tres delitos contra la Hacienda Pública, al estimar que defraudaron 4,1 millones de euros, entre 2007 y 2009, burlando la tributación de los ingresos derivados de la cesión de los derechos de imagen del jugador a través de un entramado societario. Tras la práctica de varias diligencias, la fiscal concluye que el astro argentino no incurrió en delito por "ausencia de culpabilidad", ya que cree acreditado su desconocimiento de la antijuricidad de su comportamiento.
La fiscal resalta que, "por razón de la edad y circunstancias personales/profesionales de Leo Messi", era su padre, que también ejercía como representante "de su plena confianza", quien controlaba la explotación económica de los derechos de imagen del futbolista. "Y fue su padre quien, previo asesoramiento de terceros que a él y no al jugador reportaban, decidió sobre la gestión y canalización de los ingresos de su hijo con pleno conocimiento de las consecuencias defraudatorias para el fisco que acarreaba la utilización de un entramado de sociedades instrumentales con sedes en paraísos fiscales y jurisdicciones de conveniencia", remarca la fiscal.
Según la fiscal, la decisión de articular y utilizar un entramado societario para que Messi no tributase en España por los rendimientos de sus derechos de imagen fue adoptada "previo el oportuno asesoramiento de terceros" por Jorge Messi, a quien define como un "alter ego" del futbolista "en todo lo que tenía que ver con la gestión de sus intereses económicos".
Para la fiscal, el papel "decisorio y decisivo" en la articulación y utilización del "mecanismo defraudatorio" que desempeñó Jorge Messi "no se circunscribió a la etapa en que su hijo era menor de edad (etapa en la que se fraguó y empleó la primera estructura societaria)", sino que continuó siendo "absolutamente relevante" cuando el futbolista cumplió los 18 años, en junio de 2005.
Según la fiscal, que el cuatro veces ganador del Balón de Oro se hiciera mayor de edad "no supuso ningún cambio sustancial" en el modo de conducirse las relaciones entre el padre/representante y su hijo en el ámbito económico. "Jorge Messi continuó siendo quien, sin la material intervención de Leo Messi, negociaba los contratos publicitarios y de patrocinio del jugador, se asesoraba de terceros para decidir cómo canalizar los ingresos derivados de dichos contratos y tomaba al respecto todas las decisiones con posible repercusión tributaria", subraya el escrito.
En concreto, la fiscal recuerda que, siendo Leo Messi menor de edad, su padre ya había cedido en marzo de 2005 sus derechos de imagen a una sociedad domiciliada en Belice, Sport Consultans LTD, que formalizó contratos de intermediación con un entramado de empresas de Reino Unido -Sport Enterprises- y Suiza -Lazario GMBH-. "En definitiva -remarca la fiscal-, la estructura societaria finalísticamente defraudatoria se ideó y configuró, conforme a los designios de Jorge Messi, cuando el jugador era menor de edad".
Posteriormente, siendo mayor de edad, el futbolista ratificó ante notario estos contratos de cesión de sus derechos de imagen, aunque la fiscal considera que lo hizo "por indicación de su padre y sin ser consciente del carácter simulado del contrato de cesión ni de su posible repercusión defraudatoria en el orden tributario".
Además, la fiscal concluye que Leo Messi "no tuvo ninguna intervención, ni siquiera formal", en la formalización en 2007 de otros contratos de servicios de intermediación entre la sociedad uruguaya Jenbril y las sociedades Sidelfloor LTD, de Reino Unido, y Tubal Soccer Management GMBH, de Suiza, formalizados a instancias de su padre para evadir impuestos.
Según la fiscal, Leo Messi ratificó ante notario la cesión de 2005 y consintió expresamente la de 2007, de forma voluntaria pero a instancias de su padre, sin ser consciente del carácter simulado de la cesión ni de su "finalidad y eficacia defraudatoria". Por este motivo, pide que la juez archive la causa contra Leo Messi y la mantenga contra Jorge Messi. Respecto a la acción civil, la fiscal se remite a lo que reclame la Abogacía del Estado, tras recordar que las cuotas defraudadas suman 4,1 millones de euros y que al inicio del procedimiento penal los Messi ingresaron en los juzgados 5 millones de euros.