No sabemos si algún lector antes de Navidad se propone hacer dieta o piensa aplazar la buena intención para el nuevo año. Así, si le apremia perder kilos o ir concienciándose sobre la necesidad de la práctica de algún deporte, lo mejor es que no se pierda lo que aquí leerá, pues quizás no sepa que lo más aconsejable para desprenderse de los michelines es ponerse a remojo y practicar la natación. De hecho, con esta actividad se pueden llegar a perder hasta 10.000 calorías diarias.
Por lo menos, ese es el promedio de calorías quemadas según recoge un portal que se hace eco de una divertida batalla, porque en el cuadrilátero de la pérdida de peso la natación se impondría a deportes como el boxeo -5.000 calorías diarias-, el fútbol -3.800- o el mismísimo ciclismo a pesar de las escarpadas y peliagudas ascensiones a puertos de montaña -6.000-.
Únicamente hay un pero, y es completamente lógico que lo hallemos, pues cuando la máquina quema a un ritmo vertiginoso exige más leña para que la caldera no se detenga. Es decir, a los nadadores les entra el hambre y mucha. Por lo tanto, pueden despacharse a gusto con una tortilla de cinco huevos con salsa incluida a modo de desayuno acompañada de una buena guarnición de yogur capaz de saciar la panza del mismísimo King Kong.
Lo más aconsejable para perder los kilos de más es practicar la natación
Eso respecto a los deportistas, pero ¿cuánto consumimos nosotros, ciudadanos medios de este país que no solemos dar un ‘palo al agua’? Pues ese José cualquiera, como lo han apelado en la web, ingiere 3.000 calorías -exactamente las mismas que un jugador de béisbol- eso a pesar de que hace tiempo que cursó baja en el gimnasio y los fines de semana se chandaliza no para subir una montaña sino para bajar del coche y entrar en la panadería después de haber pasado las de Caín para aparcar el vehículo. Para colmo, los cálculos nos salen mal, pues de las 3.000 únicamente gastará 60. Sí, nos hemos dado de bruces con el sobrepeso.
Lo cierto es que el mencionado estudio proporciona datos curiosos y, de paso, sirve de herramienta para averiguar qué tipo de deporte podemos practicar si nuestra meta es perder peso de manera rápida y eficaz.
Sin embargo, no entra en otro tipo de batallas, como qué dieta es mejor; una vegetariana o una al uso. En este sentido, en los últimos años se han puesto en boga dietas alternativas como la que sigue Leo Messi asesorado por el prestigioso médico Giuliano Poser. Este experto combina disciplinas dispares como kinesiología, flores de Bach e incluso terapia emocional, además de un cambio de hábitos alimenticios, para poner en orden el aparato digestivo y mejorar, de esta manera, el rendimiento deportivo.
Eso sí, el abandono de la carne de cerdo, los alimentos procesados, entre otros ‘pecados’ de la nutrición, no le impide consumir las 3.800 calorías pertinentes y precisas para que el astro continúe en la brecha goleadora. No en vano, un partido le puede suponer a un futbolista la quema de entre 1.500 y 3.000 calorías por partido dependiendo de su envergadura.
En definitiva, hay que llenar el depósito para que no se quede a medio recorrido y si eres un nadador, puedes repostar como si fueras King Kong y no sufrir males de conciencia tras embutirte un fornido sándwich de crema de cacahuete y mermelada.