Hace más de un año el Parlamento Europeo creó una comisión especial de investigación sobre el uso ilícito de Pegasus y otros programas espía y su impacto en la democracia, la sociedad civil y los medios.
Tras el año que ha durado la investigación en la que dicha comisión de investigación ha encargado estudios, organizado audiencias con expertos y supuestas víctimas de espionaje y visitado varios países presuntamente afectados como Israel, Polonia Grecia y Chipre, Hungría y España, el pleno debatió el miércoles y votó el jueves sus propuestas para abordar el abuso de los programas de espionaje en Europa.
En el informe de la comisión de investigación sobre Pegasus destaca el efecto del uso excesivo de este tipo de herramientas sobre la democracia, la sociedad civil y los medios de comunicación en varios Estados miembros.
En su párrafo 330 también señala que no existen pruebas que confirmen el uso de Pegasus por parte de Marruecos. Esta realidad ya fue destacada por el Presidente de la comisión especial de investigación, el eurodiputado holandés Jeroen Lenaers, quien declaró que no existían pruebas que incriminasen al país del Magreb.
La Eurocámara adoptó el jueves, en su sesión plenaria en Estrasburgo, una resolución de recomendaciones preparado por la comisión especial de investigación que llama al desarrollo de estándares a nivel europeo sobre el uso policial de los programas espía, al impulso de garantías de recurso a la justicia para las víctimas, y a la creación de un laboratorio europeo encargado de investigaciones y verificaciones técnicas, y coordinación con terceros países como EEUU e Israel.