Este nuevo servicio, que es gratuito y garantiza la más estricta confidencialidad, atiende en francés e inglés y a él puede recurrir todo ciclista profesional que participe en competiciones de la UCI y que esté dispuesto a aportar datos que sirvan para combatir el dopaje.
Las llamadas son registradas y, en función de su naturaleza, son trasmitidas a especialistas del derecho, de la lucha contra el dopaje o de la medicina, que decidirán el camino a seguir.
Pat McQuaid, presidente de la UCI, exhorta a los ciclistas profesionales para que acudan a esta servicio telefónico: "La integridad del ciclismo está en juego y hemos puesto en marcha este servicio para que los corredores puedan revelar, en la más estricta confidencialidad, todo lo que sepan respecto a las practicas dopantes en el pelotón".
McQuaid recuerda en un comunicado que desde que es presidente de la UCI "la lucha contra el dopaje es una de las prioridades", y admitió que esta lacra que azota al ciclismo "es una cultura que existe desde hace decenios y que hay que transformarla en una cultura antidopaje".