Si uno echa un vistazo a las estadísticas del Eurobasket, Pau Gasol es el máximo anotador del torneo con 21'6 puntos por choque. Para encontrar al siguiente de los nuestros, un Nikola Mirotic cuyas estadísticas son mejores que sus sensaciones, hay que descender veinticuatro puestos en la clasificación de cañoneros.
Así, España es la mejor anotadora del campeonato y la segunda mejor asistente. Los datos, que deberían haberse traducido en una primera fase feliz, se oscurecen cuando uno observa que, a su vez, son la tercera selección que peor defiende.
Hay ciertos motivos para sospechar del rendimiento de esta España en partidos a vida o muerte. Si bien hace no tanto esta generación nos acostumbraba a barrer las dudas en cuanto se partía el bacalao, en este campeonato hemos sido testigos del agarrotamiento del equipo en finales peliagudos. Contra Serbia e Italia salió cruz; contra Alemania no se regaló un partido ya cerrado de puro milagro.
Los jugadores españoles han repetido, precisamente, hasta la saciedad que el problema es defensivo, de coordinación, de comunicación y que cuando han hecho las cosas bien se han retroalimentado en ataque, porque "correr es más fácil cuando defiendes, provocas el fallo del rival y coges el rebote".
"Este equipo no tiene tanto talento de baloncesto como otros años", confesó Pau Gasol, verdadero guía espiritual de un grupo renovado al que parece quemarle la bola si no descansa en las manos del de Sant Boi. Sólo el 'Chacho' Rodríguez pareció en el último choque arrojar algo de esperanza.
Además de todo esto, la citada defensa ha sido señalada por todos, desde el entrenador Sergio Scariolo hasta el último jugador o aficionado, como la culpable de que llegaran los dos tropiezos, más allá del mayor o menor acierto en ataque.
El equipo nacional ha tenido que digerir esas dos derrotas y sus carencias en la pista y ahora debe medirse a Polonia en el conocimiento de que ya no hay red, de que una derrota significa la eliminación y la vuelta a casa.
La Selección querrá abrir, en el partido que le enfrentará a los centroeuropeos este sábado a las 18:30 horas, la puerta del sueño olímpico, que es su próximo objetivo. Ahora, "superado el primer objetivo" como han dicho los jugadores, la vista está ya puesta en alcanzar los cuartos de final, que darían la opción de luchar al menos por una plaza para el Preolímpico del próximo año.