El pívot español Pau Gasol, cuyo contrato con Los Angeles Lakers expira el próximo mes, ha revelado que su compañero Kobe Bryant le ha pedido que renueve con el equipo californiano, pero que él priorizará "estar en un equipo que permita ganar y, ojalá, optar al título" una vez que, abierto el mercado el 1 del julio, comprueba las ofertas que le llegan.
"Yo manejo poco, lo de mi casa y ya tengo bastante. El 1 de julio empieza el proceso y me podré sentar con los interesados, parece que habrá bastantes con interés importantes. Escucharé y después elegiré la opción que me vaya mejor a diferentes niveles. Estoy ilusionado por estar en esta situación de control y poder elegir mi presente y mi futuro. Una vez firme, mi futuro estará de nuevo en manos del equipo", apuntó Gasol en una rueda de prensa celebrada en la sede madrileña del Banco Popular, con el que mantiene una relación de patrocinio desde hace siete años.
El pívot priorizará en su elección "un equipo que permita ganar y, ojalá, optar al título", es decir, una franquicia que "pueda dar un salto de calidad y optar al campeonato" si acomete su fichaje. "Me gustaría estar en una situación ganadora, pero hasta que no escuche todas las ofertas en julio tampoco podré hacerme una idea real", agregó al respecto, ante de subrayar que "dejar los Lakers no es un paso fácil".
"Sigue siendo un equipo con el que me identifico mucho. Tenemos una relación de larga duración y tengo muchísimo aprecio por la afición y la ciudad. Intentaré poner todo lo personal y sentimental a un lado, pero son factores a tener en cuenta. La revolución en el equipo ya está sucediendo. Para el año que viene solo hay tres jugadores con contrato: Nash, Bryant y Sacre. Faltan diez fichas para llenar y no hay entrenador", analizó.
Gasol reveló que, antes de regresar a España, habló con Kobe Bryant sobre su situación contractual. "Me expresó su deseo de quedarme con él y con el equipo. Nos tenemos gran admiración y respeto, nos hemos compenetrado muy bien estos años, pero desafortunadamente no hemos podido jugar mucho los últimos años por las lesiones", confesó.
Dentro de este abanico de opciones sobre su futuro, el jugador de 33 años reconoció que "es una idea bonita" la posible vuelta a Europa, pero descartó la posibilidad por el momento. "Veremos el contrato que firmo en la NBA y una vez que acabe me podré plantear las cosas. No pienso tan a largo plazo porque me centro en lo inmediato", aclaró.
Por último, el catalán se refirió a la polémica suscitada por las palabras racistas del dueño de Los Angeles Clippers, Donald Sterling, duramente sancionado por la NBA. "Es un tema muy sensible que no debe tener cabida ni aceptación en el deporte ni en la sociedad. Es una persona de más de 80 años que ha crecido en un entorno diferente y es difícil ponerse en su piel, pero está claro que este tipo de posturas no pueden ser toleradas", denunció.
