La rumorología se disparó en la prensa estadounidense. Ramona Shelbourne, una de las periodistas mejor informadas de la actualidad NBA dejó caer un scoop que enseguida correría como la pólvora: Phil Jackson, mítico exentrenador de unos históricos Chicago Bulls y de unos no menos memorables Los Angeles Lakers, habría barajado dejar su actual puesto de presidente de los New York Knicks para volver a los banquillos.
"Su círculo más próximo comenta que se le ve con más energía estos días -desvelaba Shelbourne-. Ha perdido unos diez kilos y hasta Kobe Bryant, en el último encuentro entre ambos, le notó cambiado". Ya en una ocasión, el fallecido Jerry Buss rechazó una oferta de Jackson para entrenar sólo los partidos de casa de los Lakers. En Estados Unidos se piensa que el 'Maestro Zen' podría ofrecerle algo similar a su actual franquicia.
Él mismo fue quien colocó a Kurt Rambis como entrenador interino de los neoyorkinos tras despedir a Derek Fisher. Aunque la idea parece algo confusa incluso en una liga como la NBA, en la que la relación entrenador-jugador es en ocasiones tan peculiar.
No han tardado en salir voces discordantes ante las habladurías. Carmelo Anthony, jugador franquicia de los Knicks, se ha mostrado inflexible. "Paremos el rumor, por favor -ha dicho el alero criado en Baltimore-. No tiene necesidad de entrenar. Dejemos que sea nuestro presidente". Rambis, el vigente coach del plantel, también ha optado por tirar balones fuera: "Phil no me ha dado ninguna sensación de que quiera volver a dirigir a un equipo".
Pero el nombre de Phil Jackson, quien tiene una opción unilateral para romper su contrato en verano de 2017, no sólo ha resonado en la Gran Manzana. En Los Angeles también especulan con el posible regreso del de Montana, hecho que han comentado plumillas del alcance mediático de Adrian Wojnarowski o Stephen A. Smith.
Para añadir aún más confusión a la trama, desde otras fuentes se ha apuntado que los Lakers barajan la opción de no despedir a Byron Scott al final de temporada y mantenerle un año más como entrenador, justo hasta que Phil Jackson decida qué hacer con su carrera en 2017. ¿Volverá a bajar al parquet el quizá (con el permiso de Red Auerbach) mejor entrenador de todos los tiempos en la NBA?