Nueva polémica en los Juegos Olímpicos: los atletas denuncian el incumplimiento de la normativa en una de las pruebas

No es oro todo lo que reluce. Los Juegos Olímpicos avanzan, y tras desatarse diversas polémicas sobre su organización y puesta en escena -como la tal comentada recreación de la última cena-, parece que las quejas continúan creciendo, también por parte de los deportistas de élite y atletas que participan en la competición. Esta vez, todas las miradas se posan sobre un deporte en particular: la natación, donde nadadores como Hugo González han denunciado la mala organización.

La queja radica en las medidas de la piscina. Según ha criticado el español, la profundidad no es suficiente y no cumple con la normativa de World Aquatics. "Cuando la construyeron sí las cumplía, pero ahora la profundidad son dos metros y medio, y esta mide entre 2,10 y 2,20", ha afirmado. Y lo cierto es que, aunque parezca una tontería, no lo es: la profundidad es una cualidad que influye en la velocidad de los cuerpos al circular.

En igualdad de condiciones

Al aumentar la profundidad de la piscina, la circulación del agua es mejor, y el deslizamiento de los cuerpos es más rápido. Si bien esto es cierto, también lo es que, a pesar de incumplir la normativa, las condiciones son las mismas para todos. "Parece que se nota, aunque si es más lenta, es más lenta para todos, estamos en igualdad de condiciones», concluyó Hugo.

Tras competir en su estreno en París en los 100 metros espalda, el mallorquín se ha clasificado y ha conseguido pasar a semifinales, no sin destacar su malestar y desacuerdo con la situación. Pero esto tiene un motivo: la normativa cambió poco después de que la infraestructura ya se hubiese creado. No había marcha atrás.

A pesar de que los nadadores compitan bajo las mismas condiciones, esto está repercutiendo en detrimento de alcanzar marcas personales y récords. De momento no se ha batido ninguno, ya que los atletas tienen dificultades para ir a velocidades que ya han alcanzado con anterioridad. Mientras, esta es una de las tantas quejas que se suman a la celebración de los Juegos Olímpicos 2024, marcado por distintas incidencias y polémicas.