Mientras el Barça goleó al Getafe (4-0) en el regreso de Messi, que hizo un doblete al igual que Cesc, el Betis ganó por la mínima al Athletic (1-0), mismo resultado que obtuvo el Alcorcón frente al Espanyol. Sin embargo, la noticia de la segunda jornada de la ida de los octavos de final de Copa estuvo en Santander.
Los jugadores del Racing expresaron su malestar por los impagos del club cántabro al comienzo del partido contra el Almería (1-1) al quedarse parados en la primera jugada, negándose a disputar el balón. Se esperaba alguna acción de protesta de los jugadores racinguistas, que llevan tres meses sin cobrar, pero no se sabía en qué iba a consistir su acción contra el Consejo de administración que preside Ángel Lavín.
El balón salió por la banda derecha, sin que ningún jugador del Racing se moviera de su posición inicial. El escaso público que ha acudido a El Sardinero aplaudió la acción de los jugadores y se volvió contra el palco para pedir, una vez más, que se vayan los actuales dirigentes.
El Almeria se adelantó en el minuto 26 con un gol de Corona y en el inicio de la segunda parte se calentaron los ánimos en la grada cuando la Policía Nacional acudió a las inmediaciones a identificar a un aficionado que increpaba al palco, lo que suscitó otra protesta de la afición al grito de "¡Fuera chorizos del Sardinero!".
Poco después, los aficionados más radicales del Racing invadieron la tribuna y una veintena de ellos, superando la improvisada barrera de la seguridad privada, logró acceder al palco donde intentaron agredir a Ángel Lavin, al que arrojaron algunos objetos hasta que intervino la Policía Nacional.
Mientras se producían estos graves incidentes el juego continuó y se produjo la entrada de Koné y del joven David Concha, quien en su primera acción se internó en el área, superando con un toque suave a Ustari, para establecer la igualada. Después, Koné, en una jugada similar, pudo adelantar el Racing, pero su disparo se estrelló en la base del poste.
A partir de ahí el Racing se volcó en busca de la victoria, pero el Almería se defendió con orden incluso después de quedarse en inferioridad numérica al ser expulsado Zongo, a instancias de uno de los asistentes de Iglesias Villanueva, que apreció una agresión del delantero sobre Saúl.