El Real Madrid se ha llevado la Supercopa de España (0-2) tras superar al Barcelona en la semifinal y derrotar al Athletic en la final. Los vascos, que eliminaron al Atlético de Madrid, han caído frente a los blancos, que plantearon un partido muy serio de principio a fin.
Ancelotti desde el inicio se centró en evitar la presión alta que suele imprimir Marcelino en su Athletic de Bilbao, con Kroos y Modric muy abiertos en banda para poder sacar el balón con fluidez. La estrategia fue un auténtico éxito, ya que los leones apenas robaron balones cerca del área blanca.
Pese a ello, sí lograron crear cierto peligro al Real Madrid e incluso, hubo lugar para la polémica cerca del área blanca: en el minuto 11, el Athletic pidió penalti por una mano de David Alaba. César Soto Grado, el colegiado del encuentro, decidió que no había nada.
En una primera mitad con pocas ocasiones -el Athletic no tiró una sola vez entre los tres palos-, el Real Madrid priorizó la posesión. De hecho, no centró “a la olla” algunos balones que sí tenían rematadores para elaborar más la jugada y buscar espacios con más claridad.
Precisamente en una de las jugadas menos combinativas del Real Madrid, llegó el gol que adelantó a los merengues. Luka Modric recogió el balón en el centro del campo, abrió para Rodrygo y este, tras internarse en el área, le dejó la pelota muerta en la frontal para que el croata -elegido como 'Man of the Match- definiese con calidad: templado, pero muy alejado de las manos de Unai Simón. Su primer tanto de la temporada.
En los últimos minutos de la primera parte, Sancet dio un susto al madridismo con un disparo que se marchó por encima del larguero. Superioridad blanca, aunque con un Athletic muy predispuesto a soltar algún ‘zarpazo’ mortal en forma de gol.
El Athletic al ataque, el Madrid a la contra
Marcelino trató de agitar a su equipo en el descanso dando entrada al jovencísimo Nico Williams -rompió el partido contra el Atlético- por Berenguer, mientras que el Real Madrid quiso aprovechar los espacios generados por un Athletic envalentonado y en busca de la igualada. El sueño rojiblanco duró poco: un penalti por mano en el área de los leones, tan protestada por García Toral que le costó la amarilla, se transformó en gol de Benzema. Unai Simón adivinó las intenciones del francés, pero el disparo fue inapelable. El VAR intervino para señalar la pena máxima.
Con dos goles de ventaja, el Real Madrid apostó por el contrataque mientras que el Athletic decidió irse al ataque con todo para tratar de recortar distancias. Los vascos no bajaron los brazos y lo intentaron sin cesar. A destacar la insistencia de Raúl García, que remató en varias ocasiones pero no logró batir a Courtois.
En los últimos minutos, el Madrid dejó morir el partido y lejos de intentar marcar el tercero, se dedicó a esperar a un Athletic con intenciones, pero sin acierto. Pese al cerco de los vascos sobre el área del Madrid, los blancos se sintieron cómodos en su papel defensivo-pasivo.
La insistencia del Athletic trajo un final trepidante. De nuevo con el VAR como protagonista, los de Bilbao obtuvieron un penalti a favor por mano de Militao, que fue expulsado, ya que el balón iba a gol. El Madrid enfrentaba los últimos minutos con un penalti en contra y con inferioridad numérica, pero Thibaut Courtois se vistió de héroe: el belga detuvo de forma extraordinaria la pena máxima a Raúl García.
Ancelotti quiso premiar la trayectoria de Marcelo y le dio entrada en los instantes finales del partido. Fue muy aplaudido en el King Fahd Stadium. El capitán, que por veteranía y por la eclosión de Mendy ya dispone de muy pocos minutos, saltó al terreno de juego para levantar su título número 23 desde su llegada a la capital y la duodécima Supercopa de la historia del Real Madrid.