Los equipos grandes ganan los partidos grandes, así que se puede decir que a este Madrid le faltan argumentos para considerarse como tal. En Liga ha jugado ya los cuatro encuentros contra sus dos máximos rivales y no ha conseguido vencer ninguno. El síntoma habla de un equipo poderoso contra los pequeños e insuficiente contra sus iguales.
El Barcelona, que llegaba con ojos de víctima, logró una victoria (3-4) que le reengancha a la Liga y, de paso, ayudó al Atlético a tomar el liderato. El campeonato es ahora una guerra abierta con tres candidatos, cada uno con sus fortaleza y sus defectos. Nadie parece sin taras en este baile.
El Madrid es grande en muchas cosas, pero no ha aprendido a jugar estos partidos. En el último clásico la defensa se aculó desde el principio, regaló la posesión a su oponente y fue poco fiel al equipo que puede llegar a ser. Tiene pólvora, sabe marcar goles, tiene algunos jugadores portentosos (ante el Barça especialmente lo fueron Di María y Benzema), pero al poema le fallan varias rimas.
La defensa se aculó en el área, entregó demasiado el balón y Xabi Alonso, que debe ser el motor, no apareció por ningún lado. No es la primera vez esta temporada. Nunca un equipo fue campeón sin ganar un solo partido al segundo y al tercero. Y los antecedentes no son buenos para la Champions, pues allí todas las noches son grandes.
El Barcelona se reenganchó en un partido loco. Tiene hechuras de equipo grande, pero no ha aparecido lo suficiente y por eso es aún tercero en Liga. Atacó en una gran versión, pero su campeonato se pone en duda por su defensa, especialmente la que ejercer Dani Alves. El jugador más lenguaraz del plantel está siendo también el mayor agujero, pues los tres goles del Madrid son imputables de una manera u otra a sus despistes.
Los azulgranas jugaban a vida o muerte, era un partido de eliminación y lo ganaron. El Tata respira, pero sabe que, con los precedentes que tiene, en cualquier momento puede llegar el siguiente despiste. De momento, sigue vivo en la Liga, que no es poco. Sobre todo porque de haber perdido en el Bernabéu prácticamente la habría dicho adiós.
Y el Atlético, que está siendo el más sólido, tiene la duda del pecado original, de saber si realmente un equipo con menos de la mitad de presupuesto puede terminar siendo la reina del baile. A veces el fútbol da esas sorpresas y a eso se aferra el equipo de Cholo. Si no fallan de aquí al final serán ellos los campeones.
-Ficha técnica:
3 - Real Madrid: Diego López; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Xabi Alonso, Modric (Morata, m.90), Di María (Isco, m.85); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Varane, m.66).
4 - Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc (Alexis, m.78); Messi y Neymar (Pedro, m.68).
Goles: 0-1, m.7: Iniesta. 1-1, m.20: Benzema. 2-1, m.24: Benzema. 2-2, m.42: Messi. 3-2, m.55: Cristiano Ronaldo, de penalti. 3-3, m.65: Messi, de penalti. 3-4, m.83: Messi, de penalti.
Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (colegio navarro). Amonestó a Di María (m.35), Pepe (m.43), Cristiano (m.85) y Modric (m.88) por el Real Madrid; y a Cesc (m.43) y Busquets (m.66) por el Barcelona. Expulsó por roja directa a Sergio Ramos a los 64 minutos.
Incidencias: encuentro de la 29a jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu, que registró un lleno, con 83.000 espectadores en las gradas. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Adolfo Suárez, expresidente del gobierno de España fallecido hoy, domingo, en Madrid. Los jugadores del Real Madrid animaron con camisetas de apoyó a Jesé.
