Es importante en el fútbol saber marcarse objetivos. No es necesario irse a lo grandilocuente, a las champions o las ligas, también se necesitan a más corto plazo, saber qué se quiere en cada partido. La victoria, sí, pero no vale solo con eso. El Madrid en su libreta tenía apuntadas varias cosas, frases para salir de la crisis. Necesita que el centro del campo se estructure algo mejor. Necesita que Cristiano resucite. Necesita que la enfermería se vaya vaciando.
En todos esos sentidos el Madrid mejoró, pero no lo suficiente. Kroos pareció algo recuperado de su reciente irrelevancia, en la primera parte dio algunos pases profundos y mandó algo más a lo que acostumbra en este 2015. Estrenó pareja, Lucas Silva, que estuvo bien el rato en el que tuvo gasolina. Aún tímido, claro, pero bien posicionado y tranquilo para lo que supone ser titular por primera vez en el equipo blanco. Terminó, eso sí, arrastrando los pies, deambulando por el centro del campo mirando el reloj.
También mejoró Cristiano, aunque solo sea porque marcó un gol y eso en él es un motivo de felicidad. No está ni al 20% de lo que hemos visto, no tiene relevancia en el juego, pero marcar, en su caso, es mejorar. Lo de los enfermos se explica con Pepe, que volvió tras varias semanas. Cualquier equipo sufre cuando pierde a sus dos centrales titulares, que son los que conocen a los compañeros y saben la senda para iniciar las jugadas. Pepe es un tipo con jerarquía, de los que sabe adelantar la línea y ordenar a sus compañeros como posicionarse. Nacho y Varane, como pareja, fallan en el mando.
Estos pequeños detalles no fueron suficientes para que el diagnóstico general del Madrid sea bueno. El equipo está anémico, desconcertado, y necesitará mucho más para ser lo que quiere llegar a ser. Más Cristiano, más centro del campo, más recuperaciones.
Entre las suertes del Madrid está haber tenido un sorteo dulce. El Schalke es muy poquito, un equipo que trata de defenderse mucho y que se ofusca sin encontrar soluciones. Como los de Ancelotti se quitaron el complejo de Alemania el pasado año, las penas de cara a un partido así son mínimas. Es más, la eliminatoria llegará a Madrid muerta dentro de quince días porque el equipo supo rentabilizar su talento. Cristiano primero pero, sobre todo, Marcelo. El brasileño, que entra en la definición de jugador de dibujos animados, metió un zurriagazo con la derecha por la escuadra muy escandaloso. Se podría decir que el partido mereció la pena por ese gol, ese golazo.
Schalke 04: Wellenruth; Uchida, Howedes, Matip, Nastasic, Aogo; Hoger (Meyer, m.79), Boateng, Neustadter (Kirchhof, m. 56); Choupo-Motin y Huntelaar (Platte, m.32).
Real Madrid: Casillas; Carvajal (Arbeloa, m. 81), Pepe, Varane, Marcelo; Silva, Kroos, Isco (Illarramendi, m. 84); Bale, Cristiano y Benzema (Chicharito, m. 79).
Goles: 0-1 (m.26) Cristiano. 0-2 (m.78) Marcelo.
Árbitro: Atkinson (ING) amonestó a Kroos, Neutsadter, Boateng, Kirchhof.
Veltins Arena