Maurizio Arrivabene es una de las razones que reforzaron a Fernando Alonso en la decisión que ya había tomado muchos meses antes. El español tenía pensado abandonar Ferrari, y cuando conoció de cerca al nuevo jefe de la Scuderia le dieron ganas de salir corriendo. Porque, a diferencia de lo que ocurría con Domenicali, el español nunca conectó de verdad con los que sustituyeron a Stefano. Ni con Marco Mattiacci el 'breve' ni con Arrivabene. Ambos le dejaron muy claro al asturiano desde el primer día que sus esfuerzos por salvar los muebles de un equipo en decadencia no eran aval ninguno y, lo que es peor, ambos se encargaron de recordárselo varias veces a través de recados en los medios de comunicación.
La penúltima de Arrivabene es curiosa. Porque parece haberse pasado un poco de frenada. Le han bastado 148 vueltas de Sebastian Vettel en dos días de entrenamientos en Jerez para dejar en el aire una afirmación más que arriesgada: "He de confesar que hay veces en las que miro a Vettel y, en cierta forma, parece una copia de Schumacher".
Como detalle, este directivo que procede de Marlboro no sólo apenas ha podido ver en acción a Vettel -nuevo piloto rojo-, sino que reconoce que tampoco coincidió demasiado con el heptacampeón: "Estuve por allí cuando Michael estaba en Ferrari". Y pese a ello, insiste: "Hay similitudes impresionantes para aquellos que hayan conocido a ambos. Esperamos que los resultados también sean los mismos".
Por supuesto, Maurizio insistió también en que "el ambiente en Maranello es totalmente diferente, gracias en buena parte a la llegada de Seb (Vettel)". O, dicho de otra forma, gracias a que ya no está Fernando Alonso. Ese sigue siendo el mensaje oficial que deja caer Ferrari.
En el apartado deportivo, Arrivabene se tapa un poco más. Por lo que pueda pasar: "Obviamente, el test más importante será el último, cuando los equipos deben quitarse sus máscaras y mostrar sus cartas para Australia. Mercedes estuvo escondido en Jerez, y siempre hay que esperar sorpresas positivas por parte de Honda (McLaren)".
Por eso huye de un exceso de triunfalismo después de los tiempos que marcó Ferrari en Jerez, donde fueron los más rápidos. Maurizio prefiere sacar su vena humorística: "Nadie puede vender humo, aunque yo haya trabajado en tabacaleras para ganarme la vida. Tengo grandes sueños, pero también los pies en el suelo. A nuestros seguidores les digo que crean en el esfuerzo que estamos haciendo, y que tengan en cuenta la situación de la que partimos".