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La policía sigue matando gente para limpiar las calles de Río a 100 días de los Juegos Olímpicos

   

  • Policías en una favela de Río.

La ONG Amnistía Internacional (AI) ha criticado los "graves problemas de seguridad pública", la "violencia policial" que enfrenta Río de Janeiro y la "respuesta insuficiente de las autoridades" a cien días del inicio de los Juegos Olímpicos, que arrancan el 5 de agosto.

"Pese a la promesa de legado de una ciudad segura para ser sede de los Juegos Olímpicos, las muertes recurrentes de operaciones policiales han crecido progresivamente en los últimos años en Río", subrayó el director ejecutivo de la organización en Brasil, Atila Roque, en un comunicado de prensa.

Atila Roque, director ejecutivo de Amnistía Internacional Brasil: "Es preocupante ver que la policía sigue cometiendo homicidios a diario en Río y otras ciudades brasileñas y, sin embargo, la respuesta de las autoridades sigue siendo muy deficiente"

Al menos once personas han fallecido a manos de agentes este mes en la capital carioca y en 2015 se contabilizaron otras 307 víctimas, según AI.

Sin embargo, apuntó Roque, "hasta el momento, la mayoría de los homicidios cometidos por la policía no fue ni siquiera investigada, la reglamentación de armas menos letales y el entrenamiento de los agentes no fueron implementados y las autoridades todavía tratan a manifestantes como enemigos públicos".

Por eso, recalcó, "es preocupante ver que homicidios recurrentes de intervenciones policiales continúan aconteciendo diariamente en Río y en otras ciudades brasileñas mientras las respuestas de las autoridades continúan siendo insuficientes".

La ONG reconoció que "no es posible relacionar directamente el aumento de los homicidios cometidos por policías con los preparativos para los Juegos Olímpicos", pero señaló que la estrategia de "disparar primero y preguntar después" está demostrando un "uso innecesario y excesivo de la fuerza" policial.

"Las estadísticas revelan un claro padrón de violencia e impunidad que coloca en jaque a las instituciones responsables de la seguridad pública", afirmó Roque, quien también censuró que la mayoría de víctimas sean "jóvenes, negros, habitantes de favelas y de la periferia".

Por otro lado, AI cargó contra la represión de las protestas pacíficas, que concluyen a menudo con "personas gravemente heridas por balas de goma, bombas de efecto moral e incluso armas de fuego usadas por las fuerzas policiales".

Un escenario que, en opinión de Roque, refleja que "las autoridades han fallado no sólo en investigar y llevar estos crímenes a la justicia, sino también en optar por reforzar la represión a las manifestaciones pacíficas".

No obstante, AI reconoció que "todavía hay tiempo en los próximos cien días para que las autoridades y el comité organizador de los Juegos Olímpicos aseguren que ninguna operación policial viole los derechos humanos", antes de que Río acoja el próximo agosto la máxima competición deportiva del mundo.

once muertos en abrilDATOS PUBLICADOS EN LA WEB DE AMNISTÍA INTERNACIONAL

Los agentes de policía fueron responsables de uno de cada cinco homicidios cometidos en la ciudad de Río de Janeiro durante 2015.

Al menos 11 personas perdieron la vida en el curso de operaciones policiales en las tres primeras semanas de abril de 2016: el 2 de abril, un niño de cinco años murió y otros dos resultaron heridos durante una operación de la policía militar en Magé, municipio de la Región Metropolitana de Río. El 4 de abril, cinco personas murieron abatidas en Acari, favela del norte de la ciudad, en el curso de una operación conjunta de la policía civil y federal. Ese mismo día, un joven perdió la vida en la favela de Manguinhos durante una operación de la policía militar. El 7 de abril, al menos dos personas resultaron muertas en Jacarezinho, también en el curso de una operación de la policía militar. Entre los días 16 y 17 de abril, una importante operación policial que supuso 36 horas seguidas de intensos tiroteos en Alemão se saldó con dos homicidios y nueve personas heridas. El 23 de abril, el conductor de una mototaxi resultó muerto durante una operación de la policía militar.

En lo que va de 2016, los homicidios resultantes de intervenciones policiales en la ciudad de Río de Janeiro han aumentado un 10%. Los datos corresponden al periodo comprendido entre enero y marzo, en comparación con el mismo periodo de 2015.

Los homicidios resultantes de intervenciones policiales en el estado de Río de Janeiro aumentaron en un 54% en dos años. En 2014, el año en que Brasil organizó la Copa Mundial de Fútbol, hubo 580 homicidios en el curso de operaciones policiales en el estado de Río, lo que representaba un incremento del 40% aproximadamente respecto al año anterior. En 2015 se mantuvo la tendencia, con 645 homicidios cometidos por la policía, un incremento del 54% en dos años desde 2013. Fuente: Informe “Mataste a mi hijo” e Instituto de Seguridad Pública de Brasil.

Miles de activistas y manifestantes ahora están expuestos a ser detenidos en aplicación de la nueva legislación antiterrorista de Brasil. La nueva ley federal antiterrorista aprobada en febrero de 2016 pone en peligro a manifestantes y movimientos sociales al penalizar actos relacionados con el ejercicio del derecho a la libertad de reunión.

Personas detenidas en manifestaciones previas a la celebración de la Copa Mundial de Fútbol en 2013: Rafael Braga, detenido en la manifestación del 20 de junio de 2013 y condenado a cinco años de prisión, continúa en la cárcel. Rafael llevaba consigo un producto de limpieza embotellado y fue declarado culpable del delito de portar material explosivo, a pesar del hecho de que el análisis pericial del material indicó que no era explosivo. El caso fue documentado en el informe de Amnistía Internacional “Usan una estrategia de miedo”.

No se ha regulado el uso de las llamadas “armas menos letales” mediante directrices operativas, formación rigurosa y normas de selección y comprobación del material. Estas armas, que incluyen balas de goma, granadas paralizantes, pulverizadores de sustancias químicas irritantes, gas lacrimógeno y otras, han sido ampliamente utilizadas para reprimir manifestaciones pacíficas en Brasil. Su uso abusivo e indebido con resultado de uso excesivo e innecesario de la fuerza así como lesiones, algunas de las cuales cambian la vida de la víctima, ha sido ampliamente documentado por Amnistía Internacional en el informe “Usan una estrategia de miedo” y otros documentos.

Miles de policías militares y soldados destinados a zonas residenciales. En 2014, el ejército brasileño fue desplegado en Maré, complejo de favelas de Río de Janeiro, en torno a los partidos de la Copa Mundial de Fútbol. Miles de soldados y policías militares estuvieron más de un año destacados en la comunidad y hubo informes sobre múltiples abusos, como el caso de Vitor Santiago Borges, que ahora tiene 30 años: el año pasado, el ejército disparó contra él cuando entraba en la favela para ir a su casa acompañado de unos amigos. Perdió parte de la pierna.

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