Florentino Pérez tiene un problema no previsto. Por más que se ha empleado a fondo en borrar del mapa a su oposición en la elección de socios compromisarios, la plataforma 'Compromiso Blanco' ha 'conquistado 273 plazas en la asamblea de socios compromisarios. ¿Qué significa eso? Que al tener más de un 10% del total de la representación de la asamblea, podrán presentar y proponer iniciativas. Eso quiere decir, por ejemplo, que podrán solicitar un cambio de Estatutos. Y aunque no tienen ninguna opción de ganar las votaciones, ya que la mayoría de la representación es afín a Florentino, obligará a las huestes presidenciales a tumbar sus iniciativas y retratarse con ello.
Como era de esperar, las caras más conocidas de las diferentes asociaciones que conforman la plataforma han visto como eran borradas del mapa en sus diferentes millares por hombres pro-Florentino. Esas 273 plazas de 'Compromiso Blanco' reúnen a madridistas de muy diferente procedecencia social y laboral, desde arquitectos a ingenieros, administrativos o empleados por cuenta ajena. Se han elegido poco más de 2.000 plazas de socios compromisarios de los 3.100 candidatos que se han presentado. Desde la plataforma se tiene fe en que este éxito provoque un efecto llamada y pueden adherir a compromisarios independientes y "a alguna peña de las que Pérez ha seducido con promesas, entradas y demás favores".
En 'Compromiso Blanco' hay una corriente que es favorable a impugnar las elecciones por lo que consideran son evidentes irregularidades en unas elecciones en las que no han dispuesto de información por parte del club, mientras Florentino sí disponía de ella. Además se ha producido un cruce de cartas con el club por parte de miembros de la plataforma opositora, en la que queda evidencia la falta de colaboración del club durante el proceso electivo. Florentino ya sabe que la asamblea de compromisarios, casi siempre plácida desde que vetó el voto secreto y la Ley Electoral que había implantado Vicente Boluda, le supondrá un dolor de cabeza a partir de ahora. De momento le tocará tumbar el cambio de Estatutos, evidenciando una vez más la falta de transparencia con la que gobierna el Real Madrid.
