El exjefe de la Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA), Nikita Kamáev, murió de un infarto dos meses después de dimitir en medio del escándalo desatado por las denuncias de dopaje entre los atletas rusos. Según informó este lunes RUSADA en un comunicado, Kamáev, de 52 años, murió el domingo después de encontrarse mal tras practicar durante la mañana esquí de fondo. "Es una gran pérdida y una sorpresa para nosotros", dijo Anna Antseliovich, directora general de la agencia, que destacó "la gran profesionalidad" del fallecido.
El ministro de Deportes, Vitali Mutkó, también lamentó la noticia y recordó que Kamáev fue unos de los fundadores de las estructuras antidopaje en este país. Al asumir el cargo en 2011, Kamáev prometió mano dura contra el dopaje y, de hecho, importantes deportistas como el jugador de hockey, Antón Belov, la nadadora Yulia Efímova y el equipo femenino de biatlón fueron suspendidos. No obstante, el escándalo desatado a finales de 2014 por el reportaje de la televisión alemana sobre la existencia en Rusia de un sistema de dopaje similar al que instauro la vilipendiada RDA puso la cruz a la RUSADA y provocó la dimisión de Kamáev.
En noviembre de 2015 Laboratorio Antidopaje de Moscú fue acusado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) de destruir más de 1.400 pruebas de sangre días antes de que los inspectores se personaran en la capital rusa para una revisión. Seguidamente, Rusia suspendió las actividades de RUSADA tras ser acusada de connivencia con el Estado a la hora de encubrir los positivos entre los atletas rusos, algunos de los cuales pudieron competir en los Juegos Olímpicos de Londres (2012). RUSADA suspendió en los últimos años a numerosos atletas rusos, como en el caso de varios campeones olímpicos y mundiales de marcha atlética, pero la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) lo consideró insuficiente y exigió su reestructuración.
Tras las denuncias de dopaje, Kamáev subrayó en agosto de 2015 que su agencia no tenía nada que esconder, acusó a la prensa de publicar ilegalmente los datos de los pasaportes biológicos de los atletas rusos y se mostró dispuesto a cooperar con la comisión independiente de la AMA. La Federación Rusa de Atletismo (FRA) se vio privada en noviembre pasado de su licencia tras el escándalo, lo que amenaza a los atletas rusos con quedarse sin competir en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Los atletas rusos no podrán competir casi con toda seguridad en los Mundiales de pista cubierta que se celebrarán a mediados de marzo en Portland (EEUU), ya que no será hasta el 27 de marzo en la reunión de la IAAF en Cardiff cuando se conocerá si la FRA es aceptada de nuevo en su seno.