Cuando un hombre osa pronunciar en público alguna de las formas del verbo "violar" para atacar a una mujer, algo muy grave está ocurriendo. Acaba de suceder en el automovilismo. Concretamente, ha sido el danés Marco Sorensen, piloto de Aston Martin en el Mundial de Resistencia (WEC) y en Le Mans.
Cristóbal Rosaleny: "Los resultados de Carmen no eran brillantes, pero superaban con mucho el nivel de los comentarios que, box detrás de box, flotaban hediondos para describirla deportivamente"
Sorensen no ha asimilado su salida de la escudería Lotus -ahora Renault- y cargó contra Carmen Jordá tras conocer que la española sí continúa en 2016 como piloto de desarrollo. "Carmen era 12 segundos más lenta que yo en el simulador y aún así se llevaba todos los halagos. En los últimos dos años he pasado al menos 60 días en el simulador de Enstone, tantos como estuvo en el de McLaren Kevin Magnussen (piloto también danés que ha pasado de probador del equipo inglés el año pasado a titular este año en Renault)", declaró Marco en el diario Ekstra Bladet.
Y remató esas manifestaciones con una frase que ha encendido de nuevo la mecha de la polémica: "La verdad es que me llegué a sentir violado. Fue demasiado y tuve que parar”. Carmen obvió el asunto de la "violación", se quedó con lo de los "12 segundos" y decidió tirar de ironía para responder a través de su cuenta de Twitter:
12 segundos más rápido? Me he estado riendo de eso durante 12 horas #diasdivertidos ??????????
— Carmen Jorda (@CarmenJorda) February 10, 2016
Posteriormente, en declaraciones al diario AS, la alicantina fue más contundente: “Sinceramente no sé quien es, ni lo he visto nunca en Enstone -sede de Lotus-, el año pasado no era parte del equipo. Me parece increíble que diga eso porque el año pasado en el simulador yo solía quedar a un segundo o menos de Grosjean (piloto titular) y, haciendo caso a sus números, si alguien estuviera a once segundos de Romain seguro que lo fichaban todas las escuderías de F1 de la parrilla. Me gustaría que se centrara en su carrera, no está bien que para mostrar sus logros tenga que echar mano de los demás y en concreto de mí”.
Con el incendio montado, se han ido apuntando al 'tiro a Jordá' otros pilotos jóvenes también molestos por el hecho de que Carmen siga en F1 y ellos no. Primero, Richie Stanaway en Twitter:
https://twitter.com/RichieStanaway/status/697504540405403649
Después, otra mujer, la piloto Vicky Piria, que coincidió con Jordá en la categoría GP3, opina así: “No entendí su papel en Lotus el año pasado. Normalmente, un piloto de pruebas debe quedarse y trabajar en el simulador los fines de semana de Gran Premio para devolver la información al equipo para la carrera, pero no fue así en su caso. Sin querer polemizar, creo que yo y otros pilotos, si tuvieramos la oportunidad de estar en su lugar, le sacaríamos dos segundos”-
“Cuando corrimos en 2012 juntas en GP3 nunca fue más rápida que yo ni que Alice Powell. Son hechos, no opiniones”, agrega la italiana en la web redflag.es. Y muestra la clasificación del GP Bélgica en la que le sacó 7 segundos a la española.
En medio de esta virulenta polémica, cómo no, aparecen también los medios de comunicación. Los internacionales y los nacionales. Porque la prensa especializada española también se divide entre partidarios y detractores de Carmen. Y las acusaciones de unos a otros, y viceversa, empiezan a subir de tono.
Como ejemplo más reciente, dos extensos artículos de opinión. El primero lo firma Cristóbal Rosaleny en caranddriverthef1.com y su título lo dice todo: "Sorensen, el 'violador' es usted". A continuación se reseñan algunos párrafos:
"Conozco a Carmen Jordá desde hace años, más de diez... -arranca Rosaleny-. Carmen era chica, jovencísima y con un padre veterano del karting. Sus resultados no eran brillantes, pero superaban con mucho el nivel de los comentarios que, box detrás de box, flotaban hediondos para describirla deportivamente. Prefiero no reproducirlos aquí, pero me parecieron profundamente injustos. Entonces, cuando las noticias pasaban todavía más lejos de mi pluma, pensaba así".
Sergio Martínez: "Le perdí totalmente el respeto como piloto cuando comenzaron las mentiras"
"Particularmente, me parece que sus tiempos nunca estuvieron a la altura de los buenos pilotos de la categoría. De hecho, estuvieron muy lejos, y son afirmaciones que refrendaron –sin chanza ni burla, eso sí– un buen puñado de respetables ingenieros y mecánicos. No tengo problemas en admitirlo. No soy ningún 'groupie' de Carmen, ni de nadie. Tampoco me cuesta decir que los cronos de otros pilotos fueron casi igual de lentos, y éstos no llevaban a sus espaldas centenares de tuits difamatorios".
"Así, ¿por qué Carmen Jordá debería abandonar su empeño por llegar a la Fórmula 1? Digo más: ¿fue mi admirada María de Villota uno de los mejores 20 pilotos del mundo? ¡Y qué me importa a mí! Una y otra han consagrado su vida al automovilismo, en un ambiente hostil, persiguiendo una gloria que nunca llega. No sé si eso merece titulares y portadas, quizá todo depende de cómo se cuente la historia".
"Por último, un comentario sobre la segunda frase de Sorensen, en la que afirma haberse sentido "violado", por la falta de "halagos". Lo único que demuestra con estas palabras es su mermada autoestima, su explosión de rabia, su descomposición como piloto y persona. Esto es algo sorprendentemente común en los paddocks de medio mundo, donde la fortaleza, la capacidad de supervivencia, el tesón de cada individuo están en constante examen".
En el otro 'bando', Sergio Martínez firma "Y de nuevo, Carmen Jordá" en revistasafetycar.com. Este es un extracto:
"El comportamiento de la prensa patria es tan previsible que ni me llama la atención. Es muy difícil ser crítico con la gente con la que tienes que tratar. Los periodistas están condicionados y a menudo traspasan la línea de lo lógico. Esperaba ninguneos a Sorensen, tal y como ha ocurrido. Al fin y al cabo, el danés, a pesar de ser en la actualidad piloto de fábrica y tener un salario digno, algo que la mayoría de los pilotos ansía, apenas cuenta con victorias en todas las categorías donde ha competido, pero no así con grandes temporadas. No es un piloto del montón pero tampoco el mayor talento del mundo, atacarlo era sencillo".
"Me han acusado de odiarla (a Carmen), de machista o de tenerle inquina personal. No van por ahí los tiros, aunque si es cierto que le perdí totalmente el respeto como piloto cuando comenzaron las mentiras. No tardaron en llegar las primeras entrevistas y con ellas las mentiras, como el incidir que había pasado dos temporadas compitiendo en américa. Me enfadé cuando escuché como criticaba la organización de las carreras americanas y hablaba de lo peligroso que era competir en óvalo, cuando ella no pasó de hacer más que unos test en este terreno".
"Y cuando digo que Carmen no es respetada, no me refiero a cuatro aficionados, me refiero a nivel general. Ingenieros, pilotos que han sido tanto rivales como compañeros, prensa internacional, personas que han trabajado cerca de ella. Únicamente la prensa afín, la que estos días publica declaraciones de la protagonista, es la que defiende los méritos de la piloto".
"El no decir las cosas como son, el mirar para otro lado por miedo a represalias, por miedo a que te nieguen una entrevista, a que te excluyan de eventos. Incluso el hacer mal tu trabajo... Ser pelota está excesivamente recompensado, muy por encima que limitarte a hacer tu labor lo mejor posible y ser honesto con tu audiencia. Consecuencia o no de mi forma de ser, no voy a pasearme de copiloto de Carlos Sainz en un deportivo, ni Audi o Mercedes me van a llevar a ver el DTM ahorrándome los gastos de viaje, como tampoco Toro Rosso me va a invitar a ver la fábrica de Faenza por dentro o Michelin a visitar la Formula E. Pero a cambio me puedo permitir el lujo de ser totalmente honesto con mi audiencia, sin temor a nada".
Lo más curioso, incluso preocupante, es que ni siquiera ha arrancado la pretemporada de Fórmula 1. Cuando suenen los bólidos y Carmen Jordá se presente en los circuitos, redoblarán los tambores de la crítica.