Serge Djiehoua, futbolista del Boluspor griego, entró en el campo y a los 7 segundos vio una tarjeta roja un tanto rigurosa después de un forcejeo con un rival.
Incrédulo, el delantero de Costa de Marfil, reaccionó de forma sorprendente. Le entró la risa y, lejos de ser algo momentáneo, sus carcajadas fueron en aumento a medida que se retiraba a los vestuarios sin haberle dado tiempo siquiera a sudar.