Sergio Ramos está cerca de conseguir su objetivo: ser valorado como uno de los jugadores más importantes del vestuario, y cobrar un salario acorde a su peso en el equipo. El Real Madrid, con Florentino Pérez y su director general, José Ángel Sánchez, a la cabeza, han mantenido una reunión en China con el futbolista y su hermano René, su agente. Los sevillanos tenían la sartén por el mango en este caso, al ser señalados por el United como requisito para negociar la salida de David de Gea. Lo que situaba al central en una posición decisiva.
En dicho encuentro, el Real Madrid ha realizado una nueva oferta al futbolista, superior a la anterior, que era de 7,5 millones por temporada, y que ronda los 10 millones, sumando una cantidad por objetivos muy accesible en el contrato. Un acercamiento que ha sido acogido positivamente por el jugador, al que Florentino ha manifestado que "el club no tiene intención de dejar salir bajo ningún concepto mientras tenga contrato".
Sergio tiene firmado contrato con el Real Madrid hasta 2017, entonces tendría 31 años, y la ampliación significaría que se retiraría del fútbol (al menos del de primer nivel) en el club de Chamartín. Cede por tanto Florentino ante las exigencias del jugador, que tenía la firme intención de marcharse, después de que el Manchester United le ofreciese un sunstancioso contrato de 55 millones por las próximas cinco temporadas.
Rafa Benítez solicitó al presidente que mantuviese al jugador en la plantilla y sus compañeros se han pronunicado todos a favor de su continuidad durante la gira australiana. El jugador se limitó a manifestar "ya queda menos". Y la hora parece haber llegado. René estaría estudiando la letra, pero el preacuerdo entre las partes ya exisitiría.